Los abulenses se resisten a quitarse la mascarilla

E.Carretero
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Pese a no ser obligatorio ya su uso en exteriores, siempre y cuando se mantenga la distancia mínima, lo cierto es que este sábado aún eran muchos los abulenses que seguían llevando tapabocas

Los abulenses se resisten a quitarse la mascarilla - Foto: David Castro

De tela, quirúrgicas, higiénicas... Después de más de un año obligados a llevarlas prácticamente en todas las situaciones fuera de nuestra casa, lo cierto es que, no sin pesar, la mayoría ya nos habíamos acostumbrado a las mascarillas. Sin embargo, desde este sábado, y con carácter general, su uso ya no es obligatorio en espacios al aire libre, siempre que haya una distancia de seguridad de al menos 1,5 metros entre personas no convivientes.

A pesar de que a partir de ahora los tapabocas ya no será obligatorios en esas situaciones, lo cierto es que este sábado al menos la mayoría de los abulenses seguían utilizándolos a pesar de no tener obligación de hacerlo. De hecho, eran mayoría los que durante la mañana, y por el centro de la capital abulense, aún usaban mascarilla a pesar de estar libres de tener que hacerlo. Así lo hacía de hecho José Ignacio, un vecino de Cardeñosa que aprovechó el sábado para venir a Ávila y que pese a haber recibido ya la primera dosis de la vacuna contra el covid-19 seguía utilizando tapabocas. «La llevo por respeto a los demás porque aunque yo esté vacunado hay mucha gente que no lo está», argumentaba a las puertas de la Catedral. También por llevar mascarilla en el exterior independientemente de que hubiera otras personas a más o menos de metro y medio seguía este sábado apostando Marga, que se acercaba sin éxito, porque estaba cerrada, a la oficina de Correos. «En el centro hay mucha gente», era la respuesta de esta joven a la pregunta de por qué seguía llevándola, si bien reconocía que en el caso de zonas menos transitadas no la hubiera usado.

información. Quien sí se desprendió de la mascarilla ayer, aprovechando la medida aprobada por el Gobierno y en aquellos casos en los que su uso no es ya obligatorio, fue Carlos, un gaditano con segunda vivienda en Ávila que ha aprovechado estos días para disfrutar de esta tierra y que no ocultaba su sorpresa al ver que era de los pocos que había prescindido del tapabocas en exteriores. «Quizás la gente aún no se ha enterado», apuntaba intentando encontrar una explicación al hecho de que el uso de la mascarilla fuera aún mayoritario.  

Otros, como Paco, también vecino de Ávila, seguían este sábado usando mascarilla por otros motivos más prácticos. «Tengo alergia y la verdad que este año gracias a su uso lo he llevado muy bien», reconocía este abulense que aún ocultaba su sonrisa tras una FPP2.

Eso sí, a las afueras, y en zonas menos transitadas y más alejadas del centro de la ciudad, el escenario era diferente y los que llevaban la mascarilla de pulsera o por debajo de la nariz, para subírsela al cruzarse con alguien, eran mucho más numerosos que los que prescindían de su uso en el casco urbano.