Clara Martín une sus relatos inspirados en grabados de Goya

D.C
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La escritora abulense presentó ayer en la Biblioteca de la Junta el libro en el que recopila siete textos publicados en la revista Atticus que tienen como punto de partida grabados de genio aragonés, uno de los cuales realizó en Piedrahíta

Clara Martín Muñoz, autora de la novela Varios disparates y un capricho (cuyo título remite explícitamente a dos series de grabados realizados por Goya), participó este viernes en el ciclo de actividades culturales que organiza la Junta de Castilla y León en su Biblioteca Pública para presentar al público una nueva obra suya, titulada Las profundidades de un disparate.

Este libro, explicó su autora, «recopila los relatos que he publicado en la revista Atticus desde 2017, relacionados todos con la protagonista de mi novela Varios disparates y un capricho, Lucila Camfora, con las historias de sus antepasadas y con Francisco de Goya; es decir, que todos los textos tienen ese nexo común, y en realidad conforman una historia que yo he ido contando a través de diversos relatos, pero podrían ser como una pequeña novela por entregas».

Cada uno de esos relatos, que suman siete en total, está dividido en varias partes con la siguiente estructura: «se abre con una ilustración, que es un grabado de Goya; continúa con una reflexión sobre ese grabado, basado en documentación que he leído pero también en impresiones propias porque he querido hacer una reflexión personal, subjetiva; luego está el relato como tal, y al final he puesto una reseña histórica que sitúa el relato en el contexto y nos da una idea de las distintas interpretaciones que se han hecho a lo largo de la historia sobre ese grabado»; a todo ello se añaden «un prólogo y un epílogo».

Convencida de que «los grabados de Goya están sujetos a múltiples interpretaciones», cada uno de esos siete relatos y la información que los acompaña son «como una suma de valores, un poco lo que yo llamo metaarte; es decir, juntar la historia, que es lo que yo quería hacer para Atticus, una revista que contiene muchas disciplinas artísticas, con la pintura, con la historia y también con la literatura, que es lo que más me gusta».

Los grabados de Goya que inspiran esos siete relatos «pertenecen a diferentes series, entre ellas los Caprichos, pero también a otras, e incluso hay uno fechado en 1812, en cuya leyenda figura que lo hizo el artista en Piedrahíta, un documento que sitúa al pintor en la localidad abulense en esa época». Este grabado, en el que Goya explica cómo han de 'hablar' las manos para significar cada una de las letras del abecedario, sirvió de inspiración a Clara Martín para el primero de esos relatos, «fue como una revelación y de ahí empecé a investigar mucho sobre la estancia de Goya en Piedrahíta; por ese motivo muchas de las escenas que ocurren en estos relatos están situadas allí, y tienen mucho que ver con Ávila, barro un poquito para casa a la hora de interpretar esas obras».

Por eso ese conjunto de relatos es un poco «una celebración de la presencia de Goya en Ávila, porque su estancia en Piedrahíta es un capítulo importante en la historia de esta provincia que creo deberíamos reivindicar y explotar un poquito más». En esa creación de «una historia y un pequeño mundo en el que está Ávila muy presente hay ficción pura y también hay situaciones que pudieron haber sido verdad, episodios en los que Goya se pudo haber inspirado».