Es importante para saber quiénes somos ahora, en la actualidad, tener al menos cierta noción de nuestro pasado y conocer nuestras raíces. Es una afirmación que hacía este lunes el director de la Institución Gran Duque de Alba (IGDA), Maximiliano Fernández, haciéndose eco a su vez del sentir del presidente de la Diputación provincial Carlos García. En parte, la IGDA tiene su razón de ser en esos estudios de las raíces abulenses y ahí es donde se enmarcan los dos libros que acaban de sacar a la luz y que tienen en Mombeltrán el epicentro de su estudio.
Uno de los volúmenes es obra de Gonzalo Martín quien junto con la médica María Martín hacen una interesante incursión en el Hospital de San Andrés de Mombeltrán, hoy dedicado a la cultura, pero tiempo atrás, a la medicina como su nombre indica. En el pasado este edificio como hospital se dedicó a sanar el cuerpo y ahora, como centro cultural que es, hace lo propio con el alma, apuntaba el diputado de Cultura de la institución provincial Eduardo Duque en su intervención para presentar las dos nuevas obras.
De ambas se han editado 500 ejemplares dentro de la serie Minor de la IGDA, una serie en la que se ahonda sobre el patrimonio material e inmaterial de nuestros pueblos ya sean «iglesias, hospitales, tradiciones, costumbres, los oficios, la manera de vivir y relacionarse que nos han dejado nuestros antepasados recobra vida en obras como éstas, que nos hacen ser más conscientes de dónde venimos y nos orientan hacia el futuro para no perder nuestras raíces»... explicó Duque.
Mombeltrán está claro que tiene mucho en lo que indagar,no en vano es la cabeza del Barranco de las Cinco Villas, de ahí las dos publicaciones, sí, dos, puesto que es el foco de estudio también de un segundo volumen que se adentra su iglesia parroquial de San Juan Bautista. Lo hace la investigadora y licenciada en Historia del Arte, Yolanda García, que recorre los siglos de un centro parroquial que ha pasado por diversas vicisitudes. Precisamente García destacó «la grandeza que los impulsores de esta monumental iglesia de San Juan Bautista quisieron imprimir al templo, especialmente Beltrán de la Cueva, primer duque de Alburquerque, al obtener el Señorío de la Villa», y cuyas «bóvedas, sacristía, capilla mayor y lo que queda del claustro son magníficos», pues efectivamente allí se proyectó un claustro. La investigadora relataba a los medios que para su estudio se ha apoyado en no poca documentación visual que recoge una publicación en la que destaca además el inmenso patrimonio mueble que llegó a tener la iglesia(cuadros, altares y esculturas).
En el caso de la investigación sobre la fundación del hospital de Mombeltrán, muchos son los apuntes interesantes. El primero que sus orígenes se remontan al siglo XVI. Los autores escudriñan cómo se produce la dotación económica para levantarlo , pero también la evolución de la gestión a lo largo del tiempo hasta su desaparición en la década de los 60 del pasado siglo». La obra «es un ejemplo de la historia de los hospitales españoles que del siglo XVI al XVIII dependieron de la Caridad cristiana, que fue sustituida a lo largo del S.XVIII por la filantropía y la intervención del Estado en la salud de la población», ha explicado el coautor ya que la médico no pudoaasistir a la presentación por motivos laborales.