El aumento de la actividad económica registrado en los últimos meses, en un tiempo claramente marcado por la pandemia, también ha tenido su cara negativa con un aumento de la siniestralidad laboral, que en el caso de Ávila y durante los tres primeros trimestres del año se cifra en un 18,3 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado.

Según los datos aportados por la Junta de Castilla y León, de enero a septiembre se registraron en esta provincia un total de 1.021 accidentes laborales, de ellos tres mortales, uno más que el año pasado, mientras que los graves fueron ocho, tres menos, pero el repunte interanual vino motivado en esta provincia por los accidentes leves, que pasaron de 850 a 1.010, es decir, un 18,8 por ciento más.

931 accidentes de esos 1.021 se produjeron durante la jornada laboral y de ellos 921 fueron leves, ocho graves y dos mortales, mientras que los 90 restantes fueron in itinere, es decir, en el trayecto de casa al trabajo, dentro de los cuales también se contabilizó uno mortal y 89 leves. A ellos se sumaron dos casos de enfermedad profesional (en 2020 fueron 793 en actividad y 70 in itinere, más siete casos de enfermedad profesional).

El sector que, una vez más, mantuvo los niveles de siniestralidad laboral más elevados durante esos nueve meses fue el de servicios, aún siendo el más castigado por las medidas restrictivas fijadas por la pandemia, con 512 accidentes, mientras que otros 172 se produjeron en la industria, con un caso de enfermedad profesional; 162 en la construcción, con otra enfermedad profesional, y 85 en el sector agrario. Y fue el sector servicios el que porcentualmente más aumentó sus cifras en lo que a siniestralidad laboral se refiere en términos interanuales, con un repunte del 27,6 por ciento (111 más), seguido de la construcción, con un aumentó del 21,8 por ciento (29 más), y el sector agrario, con un 3,66 por ciento más (+3), mientras que en el caso de la industria se produjo un ligero descenso de la siniestralidad respecto al mismo periodo de 2020, con un 2,82 por ciento menos (-5).

En cuanto a su gravedad, como apuntábamos, se contabilizaron tres accidentes mortales de enero a septiembre, dos en el sector servicios y uno in itinere (en 2020 hubo dos en ese periodo, uno agrario y otro en la industria), y a ellos se sumaron ocho graves, tres de ellos en el sector agrario, dos en la industria, dos en servicios y uno en la construcción; y 1.010 leves, de ellos 508 en los servicios, 170 en la industria, 161 en la construcción y 82 en el sector agrario, además de 89 in itinere.

Pero además de los ya apuntados 1.021 accidentes laborales con baja, en la provincia de Ávila también se registraron de enero a septiembre otros 1.013 que no requirieron baja, por lo que el número total de accidentes contabilizados durante ese periodo se elevó a 2.034, lo que supuso un aumento del 14,92 por ciento respecto a 2020 cuando se registraron 1.770.

Por actividad.

Dentro del sector servicios, fueron las actividades dentro de la Administración Pública y Defensa, con 73; el comercio al por menor, con 66, y las actividades sanitarias, con 56, las que mayor número de siniestros contabilizaron al cierre del tercer trimestre del año en Ávila, mientras que en el transporte terrestre y de tuberías se registraron 54, en los servicios de comidas y bebidas, 49, y en la asistencia residencial hubo 42. Y atendiendo a su gravedad, se registró un accidente mortal en el comercio al por mayor y otro en el transporte terrestre y de tuberías.

En la construcción, por su parte, 88 accidentes se produjeron en la construcción de edificios, 54 en actividades de construcción especializada y 20 en ingeniería civil, mientras que en la industria, la mayoría, 78 en concreto, se concentraron en la industria de alimentación, si bien hubo otros 19 en la de madera y corcho, 14 en la fabricación de productos electrónicos y ópticos, y 12 en las industrias extractivas.

Por su parte, en el sector agrario, de los 85 accidentes registrados en esos nueve meses, 67 se produjeron en la agricultura, ganadería y caza, y 18 en la silvicultura y explotaciones forestales.