"Tenemos que creernos que Ávila es un sitio maravilloso"

I.Camarero Jiménez
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Santiago Herrero creció viendo a su tío vender souvenirs en Recuerdos del Nogal, allí pasó gran parte de su infancia y desde hace 25 años es su gerente así que no es extrañar lo mucho que sabe de turismo. Lo ha visto evolucionar y se formó en ello

"Tenemos que creernos que Ávila es un sitio maravilloso" - Foto: David Castro

Santiago Herrero del Nogal (Ávila, 1971) cumple 25 años como gerente en la tienda Recuerdos del Nogal, frente a la catedral de Ávila. Un año duro este 2020 para celebrar tan redondo aniversario, pero es nuestro entrevistado un hombre ante todo optimista y eso que su tienda está en el centro de una ciudad que, como muchos otros  en estos tiempos, languidecen en espera de turistas y faltos de vecinos. 

De ello hablamos con él pero también de otros muchos asuntos puesto que su casi medio siglo de vida ha dado para mucho. De hecho los del 71 «fuimos los últimos españoles que hicimos la mili» y, claro, él pasó por ello–infantería de marina, policía naval, cuartel general de la flota en la base naval de Rota durante la primera guerra del golfo-. Se educó en el Diocesano para empezar y mientras tanto pasaba tiempo con su tío Peri en la tienda de recuerdos que él capitanea ahora. También estuvo allí con su madre y cuando ella se jubiló tomó las riendas. Hoy es una empresa firme con mucho periplo detrás pues  su tío la inició hace 60 años vendiendo recuerdos y ‘souvenirs’.

El turimo lo llevaba en la sangre, pero es que además se nota que le gustaba porque se formó para ello. Esa formación le pilló en tiempos complicados porque «estudié turismo en Ávila, a principios de los 90, cuando se creó la escuela regional, un momento de lucha, por la homologación del título propio que otorgaba la Universidad de Salamanca y no estaba reconocido a nivel nacional. Vivimos el paso de una titulación a otra, de DUTTa TEAT y algunos conseguimos ambos títulos. El Diploma Universitario en Técnicas Turísticas de la Universidad de Salamanca y el título de Técnico en Empresa y Actividades Turísticas, expedido por la Escuela Oficial de Turismo, en aquella época, de Madrid. También fue en aquel momento cuando obtuve el carne de guía regional de turismo de Castilla y León». 

Teniéndole en frente y sabiendo su relación con el turismo y que le viene de tan lejos cómo no hablar de la evolución de nuestros visitantes y de la de los souvenirs que vende en su tienda.

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza sobre Ávila?

Mi ciudad, las murallas, Santa Teresa.

¿Qué es lo que más te gusta de Ávila?

La luz limpia que tiene la mayor parte de los días del año. Me encanta pasear por la ciudad a primera hora de la mañana.

¿Y lo que menos?

No me gusta nada ver locales comerciales cerrados, edificios vacíos y abandonados, y carteles de se vende y se alquila por toda la ciudad.

Un lugar para perderse…

La catedral de Avila. También ese rincón en la cuesta de Gracia, junto a la entrada al Convento, calle empinada, sin tráfico, y poco transitada; un espacio casi mágico.

Un recuerdo de la infancia…

Las tardes de verano en el Soto, con mis padres, hermanos, tíos, primos y amigos.

El mayor cambio que necesita Ávila.

Que seamos capaces de creernos que es un sitio maravilloso para vivir y trabajar. Para eso, ayudaría mucho la mejora de la conexión con Madrid. Nos hemos quedado muy atrás respecto a otras poblaciones que pueden tener características similares a la nuestra. Este año hemos vivido la realidad de la dependencia que tenemos de Madrid con los cierres perimetrales.

Y Ávila tiene que mantener…

Tiene que seguir siendo una ciudad cercana, limpia, y segura. En estos aspectos la calidad de vida que tenemos en Ávila es muy superior a la de otros lugares.

¿Un personaje abulense que le haya marcado?

Emilio Domingo Rodríguez Almeida, tuve la suerte de ser alumno suyo durante su última etapa en Ávila, y nunca conocí una persona tan inteligente, polifacética, y con tanto amor por su trabajo y sus ciudades, Roma y Ávila.

¿Qué le parece la ciudad hoy día?

Teniendo un puesto de trabajo seguro es un sitio fantástico para vivir, aunque  yo diría que ha tenido tiempos mejores. 

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Soy optimista y creo que hay bases para mejorar. Hay que definir unos objetivos a largo plazo y trabajar por ellos: urbanismo, turismo, servicios, industria y educación.  Jubilados y funcionarios seguirán viviendo muy bien en esta ciudad.

¿Qué puede aportar a la ciudad?

Realizar bien mi trabajo y algo que yo digo siempre, conocer y estar orgullosos de nuestra ciudad y nuestra historia para de esta manera ser los buenos anfitriones en casa y los mejores embajadores cuando salgamos fuera.

Me gusta quedar con amigos, pasear, ir de bares, comprar en el centro, asistir a actividades de todo tipo y es a esto a lo que yo llamo hacer ciudad. Todos somos importantes para mejorar Ávila.

 

 

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