La Guardia Civil investiga a un varón como presunto autor de un delito contra la Protección de la Flora, Fauna y Animales Domésticos a raíz de las investigaciones realizadas a mediados del pasado mes de octubre y después de que en el paraje conocido como La Gargantilla del término municipal de Hoyos del Espino apareciera muerto un ternero a causa de un ataque de lobos. Como consecuencia de este hecho, agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León comunicaron a la Guardia Civil el hallazgo en el citado paraje de un cebo cárnico posiblemente envenenado, lo que dio inicio a una investigación dirigida a poder determinar si efectivamente el cebo estaba contenía veneno y, en caso afirmativo, el destino del mismo y quién lo había depositado allí.
Gracias a las investigaciones llevadas a cabo por el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y el Servicio de Criminalística se pudo determinar que la carne hallada en ese lugar tenía Aldicarb, un tipo de veneno altamente tóxico «que en ocasiones es utilizado para el envenenamiento de la fauna salvaje» y cuya ingesta provoca «que estos animales al morir sirvan de cebo a otros, pasando a la cadena trófica en sucesivas fases».
Las investigaciones realizadas permitieron no solo confirmar que el cebo cárnico contenía este veneno sino también establecer la procedencia del mismo y la trazabilidad, hasta llegar a la supuesta persona responsable de la comisión del delito, que ahora es investigada.