Interesante acuerdo a tres bandas llega a tierras piedrahítenses y la comarca en la que se enclava, la del Corneja. La Universidad de Salamanca (USAL), el Ayuntamiento de Piedrahíta y la asociación sin ánimo de lucro Alma Mater quieren mejorar la realidad de esta zona de la provincia de Ávila utilizando para ello la vía cultural. De presentarlo se encargaron Esther Bueno, presidenta de la asociación  Alma Mater; Federico Martín Blanco, alcalde de la localidad y la vicerrectora de la USAL, María José Rodríguez. Bueno lo definió como «un vehículo de colaboración en el ámbito de la cultura y el patrimonio además de otros relacionados con ello y de cara a dinamizar a la sociedad en colaboración con la sociedad, con los profesores y los estudiantes».

De muchos es conocido la riqueza patrimonial de la villa y del señorío de Valdecorneja. La realidad es que existe un inmenso legado cultural, en parte atesorado en el impresionante Archivo Histórico de Piedrahíta, muy bien tratado siempre, pero que precisa de labores de documentación dada la magnitud de sus posesiones y de la importancia de las mismas pues «es el único lugar en el que existe precisamente información del Señorío de Valdecorneja, además de no poca información de la Guerra de la Independencia ya catalogada  o de la época medieval», esta última sin catalogar. Precisamente para ello nace en parte este convenio con el que, o más bien a través del cual, estudiantes universitarios podrán realizar allí (y en otros lugares patrimoniales) sus prácticas «con reconocimiento de créditos», por supuesto y muy importante, tal y como destacaba Bueno quien se encargó de detallar los pormenores del acuerdo: «El corazón del convenio», decía.

También es del dominio público la importancia del convento de Santo Domingo de Piedrahíta (1371), «hoy en la Lista Roja de Patrimonio» y sobre el que se han hecho varios intentos infructuosos de que el deterioro no vaya a más.También en su beneficio se firma el acuerdo pues la intención es realizar en colaboración con la USAL y creando sinergias con ellos de cara a catalogar los restos o para realizar estudios e informes avalados por profesores y estudiantes sobre esas ruinas y sobre la historia de tan importante monumento para que posteriormente sean elevadas a las administraciones públicas en aras a poner coto a la tragedia que se cierne sobre sus ya maltrechos  muros.

Por supuesto en la intención de este pacto está el programar actividades culturales de promoción del lugar y dar el pistoletazo de salida a una revista cultural y literaria que dé cabida a los estudiantes y profesores en diferentes campus (también el de Ávila), a gentes de la cultura y también a los vecinos de la comarca. En ella habrá espacio de homenaje a uno de los vecinos ilustres como es José Somoza, sobre quien quieren girar con su edición y quien fuera presidente de la Diputación de Ávila entre 1934-36 y después, con carácter honorífico.

De todo ello daba cuenta Esther Bueno no sin antes agradecer el haber podido presentar esta iniciativa en la Diputación de Ávila, que cedió su espacio a la causa, y también a las otras dos partes del convenio, representadas por Rodríguez y Martín.

Así María José Rodríguez estimó más que oportuno este convenio en virtud de la labor que desarrolla la Universidad de Salamanca mucho más allá del ámbito precisamente universitario y adentrándose en lo social.Excusó además la no asistencia del rector de la Universidad Ricardo Rivero del que Bueno agradeció «su disposición siempre a crear sinergias y vertebrar acuerdos»,  si bien en su nombre Rodríguez volvió a poner el compromiso de la USAL con Ávila. Para Rodríguez este convenio había que celebrarlo en el sentido de que tras él está «la promoción de la cultura y del conocimiento». Al tiempo que «encarna valores como la igualdad efectiva, la solidaridad y la participación social que defiende la universidad» y que son garantes de democracia. 

Una de las funciones de la universidad es, recordaba, «la transferencia del conocimiento científico hacia la formación permanente y para el desarrollo de actividades culturales y artísticas», al servicio de la calidad de vida, la cultura, el patrimonio o el desarrollo social y económico.

«Se trata con este convenio de abrir un cauce estable de colaboración entre las tres entidades firmantes», decía Bueno, y será así «en materia de formación, teórica y práctica, promoción de actividades culturales y para la recuperación del patrimonio material e inmaterial y para el estudio de documentos históricos para su difusión  y edición de documentación». 

Habrá más acuerdos específicos para las actividades culturales y se establece a futuro la colaboración con ‘Alumni’, asociación de antiguos alumnos de la USAL. Un convenio para beneficiar a estudiantes, a profesores, a la comarca y villa dePiedrahíta y también para que sea un elemento vertebrador del territorio.

Por su parte el alcalde de Piedrahíta agradecía el convenio « a tres años» y la implicación de la USAL y de Alma Mater con la zona ya que lo entendía como un acicate, un importante empujón para ellos. Motivo de «orgullo» en cualquier caso que servirá para ensalzar entre otras cosas «un archivo que es digno de admiración» y una villa con muchos recursos que hay que dar a conocer.