El Ayuntamiento de Ávila está a la espera de que en breve se concluya el informe técnico y económico solicitado en la pasada Junta de Gobierno y que determinará si el consistorio abulense puede acceder a la subasta del edificio de la Cámara de Comercio. «En la pasada Junta de Gobierno se solicitaron informes técnicos para conocer si era viable» la posibilidad y propuesta realizada por el Consejo Regional de Cámaras, que invitó la pasada semana al consistorio abulense a concurrir a la subasta del edificio que albergaba la institución cameral. Un informe que, según confirmaba Jesús Manuel Sánchez Cabrera, se espera inminente, como la propia subasta, y que será uno de los puntos decisivos que determinarán la decisión.

Decisión de «calado» señalaba el alcalde de Ávila. «Una decisión de calado como es la adquisición de un inmueble necesita de informes técnicos que avalen que el procedimiento se puede llevar a cabo. Es una subasta muy repentina, que se realizará el próximo miércoles y necesitamos saber si el procedimiento, así como los fondos municipales, nos permiten acceder a la compra ».  Y a la espera del informe, Sánchez Cabrera explicaba que una vez en sus manos se dará traslado «al resto de los grupos municipales de la corporación.Escucharemos a todos los grupos políticos y tomaremos una decisión al respecto».Todo ello con la premisa previa de si «es posible acceder a la subasta» como ha solicitado el Consejo Regional de Cámaras.

Una adquisición que supondría una inversión importante, toda vez que el inmueble esté previsto que salga a la venta por un valor de 1,5 millones de euros, con los que quedaría subsanada la deuda de medio millón que acumula la Cámara abulense. Ya en su momento, y antes de que la petición del Consejo Regional de Cámaras fuera formal, Jesús ManuelSánchez Cabrera apuntaba a tres opciones ante este escenario y que pasaban por que el Ayuntamiento de Ávila pudiera concurrir a la subasta, accediendo a la compra por un precio menor que la oferta que hace el Consejo de Cámaras y que pasa por 1,5 millones de euros; acceder a la compra, en lo que podría suponer una subvención encubierta a la Cámara para subsanar las deudas por la gestión de los últimos años; o no optar a la compra del edificio. Opciones que en su momento se apuntaban pero para las que aún habrá que esperar al inminente informe técnico y económico.