La nadadora española Mireia Belmonte atraviesa su año "más duro" antes de los Juegos Olímpicos de Tokio, que se celebran el próximo verano, y afronta a mediados de diciembre la primera oportunidad de conseguir mínimas para no faltar a la cita de Japón, donde intentará superar a David Cal como máximo medallista nacional, un "reto bonito".

"Es complicado porque una medalla olímpica conlleva mucho sacrificio y es muy difícil de conseguir, pero sin duda es un reto bonito", dijo al ser preguntada por el expiragüista gallego, que suma cinco metales por los cuatro que tiene Mireia Belmonte.

Con Tokio en el horizonte, la nadadora catalana está en un momento clave de su preparación, ya que ahora tiene que soportar las cargas más exigentes de entrenamiento: "Este año está siendo muy duro. Entrenamos mucho y pasamos muchos días fuera de casa, pero estoy feliz porque tengo un objetivo muy claro", dijo en declaraciones ofrecidas por la Universidad Católica de Murcia (UCAM), donde cursa el Grado en Publicidad y Relaciones Públicas.

Preguntada por su objetivo más cercano, Belmonte lo tiene claro. "En diciembre, en Ámsterdam, tengo la primera oportunidad para lograr las mínimas olímpicas, pero la competición principal será el Campeonato de España en abril y ese será momento clave para lograr la clasificación. Hacer la mínima ahora no te garantiza ir a los Juegos", explicó.

Los planes de Mireia Belmonte apenas sufren modificaciones respecto al anterior ciclo olímpico y tratará de lograr la clasificación en cinco de las seis pruebas en las que compitió en 2016: 200 mariposa, 400 libres, 800 libres, 200 estilos, 400 estilos y 10 kms en aguas abiertas, en lugar del relevo 4x200 libre.