Jilguero, el rey de los cardos

VICENTE.G.
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Su nombre científico «Carduelis carduelis» informa sobre su afición y facilidad para alimentarse de sus semillas

Jilguero alimentándose con las semillas de un cardo - Foto: VICENTE GARCIA

ALEGRA los campos con su casi infinita gama de trinos, deleita nuestros ojos con sus llamativos colores y asombra al observador con su vuelo ondulante y sobre todo la gran velocidad con la que desgrana los pinchudos cardos, en un despliegue de equilibrio posado entre sus púas, comiendo las semillas y colaborando también en su dispersión.

Pero cada vez es más complejo contemplar a esta hermosa y sonora especie, perteneciente a los fringílidos, y de los que también forman parte el pardillo, pinzón y verdecillo y verderón, ya que están sufriendo un notable declive que según SEO, está disminuyendo a corto plazo hasta en un 14%, siendo aún más grave el del pardillo y verdecillo con un 67% y 47% respectivamente.

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Macho de jilguero posado sobre una alambrada
Macho de jilguero posado sobre una alambrada - Foto: VICENTE.G.
A los jilgueros también les gusta mucho el agua
A los jilgueros también les gusta mucho el agua - Foto: VICENTE.G.

Uno de los temas más controvertidos ha sido la prohibición de su captura para su cría en cautividad. A pesar de que existe una clara normativa europea que penaliza la misma y el gobierno español, tras solicitar una moratoria y sucesivas prórrogas,  se comprometió a hacerla efectiva de forma total en 2018, se han autorizado entre 2013 y 2018 casi dos millones de ejemplares, hasta el punto que la Comisión Europea inició un procedimiento de infracción que podría llevar a una condena del Tribunal de Justicia de UE, mencionando que las autorizaciones «excepcionales» concedidas, aunque varían notablemente según comunidades, además de que han sido excesivas, no se ajustaban a los requisitos requeridos. Hace sólo unos días Europa paralizaba momentáneamente dicho expediente sancionador ante la afirmación del Ministerio de Transición Ecológica de que no se han concedido licencias de silvestrismo (captura con redes de estas aves) durante el último año. En el otro lado los  aficionados a capturar estos pequeños seres, que afirman que la alternativa de su cría en cautividad no ofrece la calidad de trinos requerida. El jilguero ajeno a este devenir legal tiene ahora su época de alimentación ideal haciendo honor a su nombre latino, cuando los cardos campestres se están secando y exponen sus sabrosas semillas a la vista de estas sugerentes aves...