Las unidades de diagnóstico rápido, vinculadas a los servicios de Medicina Interna y coordinadas con Atención Primaria y los servicios de urgencias hospitalarios, tienen el objetivo común de evitar demoras en el estudio diagnóstico de pacientes con enfermedades potencialmente graves que no precisen ingreso hospitalario, asegurando una atención integral basada en la atención compartida por los dos niveles asistenciales.

Entre sus objetivos se encuentra garantizar que los pacientes que utilicen este recurso no tengan una espera superior a tres días laborables para ser atendidos. Este objetivo se consiguió en la unidad de diagnóstico rápido de Ávila en la mayoría de los casos, dentro de un servicio que sigue creciendo y que el pasado año llegó a atender a cerca de 400 pacientes.

Esta unidad de diagnóstico tuvo durante el pasado año 389 consultas, lo que equivale a la cifra de pacientes atendidos. A ellas hay que unir otras 889 consultas sucesivas, lo que eleva la cifra total a 1.278 consultas que forman parte de las más de 19.000 que se llevaron a cabo por todas estas unidades en Castilla y León, según los datos proporcionados por la Consejería de Sanidad.

Uno de los elementos que se analiza en cuando a la actuación de estas unidades es si se logra esa atención en el periodo establecido de 72 horas. En el Complejo Asistencial de Ávila, de esos 389 pacientes atendidos el pasado año 379 de ellos llegaron a la unidad antes de ese periodo de tiempo marcado, lo que quiere decir que se logró el objetivo en un 97,43 por ciento de los casos.

En cuanto al tiempo medio para la asistencia, medido en número de días, en Ávila fue de 0,6, lo que supone que es el más bajo de toda la región, puesto que la media regional se eleva a 1,8 y hay unidades en las que se llega, como sucede en Soria, a los 2,4 días.

Una vez que los pacientes pasan por la unidad, su destino suele ser Atención Primaria, Especializada o ingreso hospitalario, aunque también hay un pequeño porcentaje de casos en los que se hacen otras derivaciones como puede ser residencias asistidas u otros hospitales o servicios de referencia. En el caso de Ávila este último destino solo se da en un 2,31 por ciento de los casos, mientras que la mayor parte, con más de la mitad de los pacientes, se derivan a Primaria. Casi un 36 por ciento van a Atención Hospitalaria y para un 8,23 por cientos se determina el ingreso hospitalario.

En cuanto al origen de la solicitud, es decir, cómo llegan los pacientes a la unidad de diagnóstico rápido, más de un 62 por ciento de los casos llega desde Primaria, aunque también proceden en otras ocasiones desde Especializada.

Con estos porcentajes se trabaja en la unidad de diagnóstico rápido, con la que se pretende evitar demoras en los estudios diagnósticos y por lo tanto se atiende a los casos en los que una primera exploración médica no revela qué es lo que sucede pero los síntomas apuntan a que puede tratarse de una enfermedad potencialmente grave. De esta forma, desde la propia unidad se pueden analizar los síntomas y determinar qué pruebas son las necesarias para poder llegar a un diagnóstico y el consiguiente tratamiento.