Listos en caso de rebrote

Ical
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El plan de reescalada del Sacyl contempla el uso de 1.915 camas hospitalarias de centros privados y espacios no sanitarios.En Ávila se cuenta con los hospitales Provincial y Santa Teresa, Medicalitas, la Escuela de Policía y el Lienzo Norte

Ávila registra nueve nuevos casos de Covid-19 - Foto: Isabel García

Sin espacio para la improvisación. Si el SARS-CoV-2 entrara hoy en Castilla y León con la misma virulencia de hace tres meses no cogería por sorpresa al sistema sanitario autonómico, que ha reforzado ya sus capacidades estratégicas ante un escenario incierto que llegará en otoño. Si hubiera un rebrote, todos los niveles asistenciales contarían con herramientas desde el minuto uno para avanzar en la desescaldada y que pasan, por ejemplo, por garantizar la capacidad para duplicar el número de puestos de pacientes críticos; contar en menos de cinco días con suficientes ucis, disponer de profesionales debidamente formados, y tener equipos técnicos y de protección suficientes.

El Plan de Reescalada que ha diseñado la Consejería de Sanidad, conocido por Ical, contempla la posibilidad de recuperar las 532 puestos ucis que se han movilizado en este brote en un plazo de cinco días y sumar hasta 1.915 camas de centros privados a las 6.502 actuales en caso de que fuera necesario. El proyecto identifica la posibilidad de habilitar zonas en centros públicos, como la unidad de desintoxicación y la de convalecencia psiquiátrica del hospital provincial de Ávila, utilizar colegios mayores de la Universidad de Salamanca, la cárcel de Soria, hoteles en Medina del Campo o derivar, como primera opción ante la saturación del hospital Santiago Apóstol, a pacientes de Miranda de Ebro al Río Hortega de Valladolid, como primera opción como medidas de contingencia. Asimismo, incide en la dotación de medios como respiradores, con un stock de 185 más de los están recomendados, o la compra de 212 millones de mascarillas y guantes.

En el caso concreto de Ávila,  además del complejo de Nuestra Señora de Sonsoles, se cuenta con el Hospital Provincial que, además de sus camas habituales, podría habilitar la Unidad de Desintoxicación en la planta baja izquierda con capacidad para seis pacientes; la Unidad de Convalecencia de Psiquiatría de la primera planta izquierda, que dispone de 12 camas, y entre los recursos de las entidades privadas podría recurrir al Hospital Santa Teresa, con 35 camas convencionales, con posibilidad de reconversión en camas UCI con respiradores y cinco camas REA monitorizadas; y la Clínica Medicalitas, con cuatro habitaciones con camas dobles, y seis habitaciones con camas individuales. 

Como instalaciones no sanitarias, en Ávila se contarían con la Escuela de Policía, con 280 camas, y el Palacio de Congresos Lienzo Norte, donde se podría instalar un Hospital de Campaña. 

En la actualidad, Ávila cuenta  con ocho camas UCI y para ellas dispone de 15 respiradores fijos y tres portátiles para adultos, así como cinco más pediátricos. Esos 18 respiradores de adultos suponen seis más de lo que el Complejo Asistencial tiene que tener por ley para atender las camas UCI. En cualquier caso, cuando este servicio  amplíe el número de camas UCI con las cuatro más anunciadas, dispondrá de los respiradores necesarios marcados por la ratio: 18.

En este plan, Sacyl garantiza que cada zona básica de salud cuenta con recursos intermedios de transición y hospitalización para pacientes con necesidades sanitarias y sociosanitarias complejas; capacidad de cribado de pacientes COVID-19 que precisen ingreso, ser atendidos en urgencias, pruebas, y cirugía mayor ambulatoria, y disponer de reservas de farmacia. A ello se une la red de vigilancia epidemiológica y un ejército de 442 personas responsables de salud pública y salud comunitaria para abordar la desescalda desde la atención primaria. 

Si hubiera un rebrote, todos los hospitales estarían en disposición de tener camas de críticos diferenciadas COVID y no COVID, que llegarían a un 50 por ciento en el caso de los dos hospitales de Valladolid capital, el de Burgos, León y Salamanca y del 30 por ciento en el resto, así como poner a disposición de los mismos los profesionales necesarios. 

En este momento, el número de puestos estructurales de UCI en la Comunidad es de 166, aunque a lo largo de la pandemia se han llegado a habilitar hasta 532 camas extendidas, lo que podría repetirse si en un futuro fuera necesario y, además, hacerlo en un tiempo récord, en un máximo de cinco días. De forma paralela, la Consejería trabaja ya en su ampliación para alcanzar la ratio que exige el Ministerio de Sanidad -7,43 camas UCI por 100.000 habitantes-, de modo que habilitará 69 camas uci hasta alcanzar las 235, en una operación que supondrá una inversión de 7,5 millones de euros. 

Entre los requisitos que exige el Gobierno ante una nueva oleada figura el de contar con un stock del 50 por ciento de respiradores por encima del número de camas estructurales de las UCIs en todos los hospitales. De acuerdo a estas exigencias Castilla y León debería tener 324 aparatos, pero el stock acumulado en estos momentos es ya de 509, 185 de respiradores por encima de los marcados. La inmensa mayoría de hospitales supera las exigencias.

camas no uci. Castilla y León también cumpliría con los ratios requeridos de camas de hospitalización normal, que se sitúa entre las 37 y 40 por 10.000 habitantes. Es decir, la Comunidad debe ser capaz de habilitar entre 8.878 y 9.598 camas. Para lograrlo, el Gobierno autonómico utilizará sus propios recursos, es decir, las 6.502 puestos no uci disponibles actualmente, a las que se unen 1.915 de los centros privados, y 1.264 camas de lo que se ha denominado el Arca de Noé, es decir, camas que se podrían instalar en infraestructuras públicas y privadas para aislar pacientes asintomáticos fuera de su domicilio. Además, cuenta con otras 453 procedentes de recursos intermedios de hospitalización. En total, el sistema contempla llegar a movilizar hasta 10.134 camas en caso de ser necesario.

medidas de protección. Asimismo, en las últimas semanas se ha trabajado para reforzar el stock de medidas de protección para los profesionales. En este sentido, la Consejería ha comprado y está pendiente de recibir 212,57 millones de unidades de mascarillas y guantes de nitrilo y ya ha repartido hasta la fecha otras 39,83 millones de unidades.

Del mismo modo, las residencias y centros sociosanitarios están preparadas con planes de contingencia para aislamiento de casos y contactos; todos los profesionales han recibido formación sobre el uso de los EPIS; la supervisión desde Atención Primaria de estos centros es superior al 90 por ciento, y se trabaja para el cribado de estos centros, con más de un 85 por ciento de cobertura. 

Todos los hospitales de la Comunidad Autónoma cuentan ya con una planificación sobre sus recursos de apoyo, tanto propios como externos.