La fiscal: "Gabriel no tuvo opción de salir vivo de la finca"

Europa Press
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Comienza el juicio contra Ana Julia Quezada y el Ministerio Público acusa por un delito de asesinato y dos de lesiones psíquicas a la autora confesa de la muerte del niño

"Gabriel no tuvo opción de salir con vida de la finca" - Foto: Carlos Barba

La fiscal ha asegurado hoy ante el tribunal de jurado que enjuicia a Ana Julia Quezada por la muerte violenta de Gabriel Cruz que el niño, de tan solo ocho años, "no tuvo opción alguna de salir con vida de aquella finca" de Rodalquilar, en Níjar (Almería), a la que fue en coche con su presunta asesina. 

"Yo tengo una convicción subjetiva y personal que no sirve de nada pero tengo la convicción jurídica de que Ana Julia Quezada cometió un delito de asesinato y otro de lesiones sobre los padres del menor", ha trasladado no sin advertir a los integrantes del jurado que van a oír un "audio que les va a impactar por las expresiones usadas por la acusada" cuando trasladaba el cuerpo sin vida de Gabriel en maletero del coche en el que fue detenida. 

La fiscal Elena Fernández ha subrayado el "destrozo moral" y "la total desolación" que sembró Ana Julia Quezada en los once días en los que se prolongó la búsqueda del pequeño y ha tildado de "incuestionable" que "le causó la muerte" de forma independiente a las circunstancias que hacen que sea un asesinato o un homicidio. 

"Actuó con claro ánimo de ocasionar la muerte a Gabriel, de modo deliberado y consciente, a sangre fría, con desprecio de la vida del menor, de forma impredecible y que anuló por completo la capacidad de reacción de Gabriel, quien no podía esperar de ninguna manera que el ataque fuera a proceder de la pareja de su padre, una persona que le generaba confianza por formar parte de su entorno", ha afirmado. 

En esta línea, ha remarcado que Ana Julia Quezada "aprovechó la situación de desamparo, de ese desequilibrio de fuerzas" que le daba una "mayor facilidad" para cometer el delito y "asegurar el resultado de la muerte" aquel 27 de febrero de 2018. 

Sobre su comportamiento en los días posteriores a la desaparición y a la postre muerte del niño, la fiscal ha reprochado la "sobreactuación en los medios" en los que mostró un "estado de aflicción compungida y falsario" en manifestaciones, "alentando los ánimos de los padres". 

"Pensamos que el impacto emocional de ese comportamiento en el estado de conmoción emocional, de angustia e incertidumbre de Ángel Cruz y Patricia Ramírez, permite acusarla de dos delitos de lesiones psíquicas por su absoluto desprecio a su estado". 

La fiscal ha demandado a los miembros del jurado popular que, frente a la tesis de la defensa de Ana Julia Quezada que sostiene que su criterio está "contaminado por influencia previa" derivada de la difusión mediática del caso, se "abstraigan" y demuestren que "eso no es así y que van a ejercer con responsabilidad su función". 

Ante los siete mujeres y dos hombres que deben dirimir la culpabilidad o no culpabilidad de la única procesada por la muerte violenta de Gabriel Cruz, les ha solicitado que abandonen "cualquier idea preestablecida" sobre los hechos y se centren en las pruebas que se van a practicar a lo largo de las ocho sesiones de la vista. 

"El juicio oral contra la acusada se va a celebrar realmente aquí", ha remarcado con énfasis la fiscal Elena Fernández bajo la atenta mirada de Ana Julia Quezada, quien se ha derrumbado con las manos en la cara y ha roto a llorar a la entrada de los miembros del jurado popular en la sala. 

El resto del tiempo se ha mantenido sentada al lado de sus abogados, con los grilletes retirados de las muñecas después de que contestara afirmativamente a la pregunta de la magistrada sobre si iba a permanecer "en calma" en sala.

 

Una hora crucial para salvarse

El letrado Francisco Torres, abogado que ejerce la acusación particular en la causa contra Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte de Gabriel Cruz, ha reiterado hoy que el pequeño estuvo "cerca de una hora con posibilidad de salvarse de haber habido una simple llamada".

Durante su intervención en el inicio de la vista con jurado popular, ha mantenido que la muerte del niño no fue un accidente, como mantiene la defensa de Quezada. De haberlo sido -ha argumentado al respecto- la mujer pudo haber llamado al 061, a la Guardia Civil o a cualquier servicio de emergencias para socorrerlo, pero no lo hizo.

"No cabe tanta maldad, hacer tanto daño a un niño", ha dicho Torres, quien ha apuntado a que el móvil de Quezada fue doble, "económico" y porque "Gabriel le estorbaba". "Jamás he visto escenas de tanta maldad", ha reiterado.

Además ha sostenido que aprovechó que el padre del menor, Ángel Cruz, trabajaba el 27 de septiembre del año pasado para llevarse al pequeño a una finca de Rodalquilar (Níjar, Almería), con cualquier "pretexto", un lugar "donde nadie te va a escuchar, apartada del mundo".

"En esa finca mata al niño", ha dicho Torres, quien ha negado que Gabriel muriese por asfixia directamente, sino que primero sufrió diversas lesiones y que cuando Quezada iba a enterrarlo se dio cuenta de que respiraba y lo asfixió. "Pudo hacer con el niño lo que quisiera", ha asegurado el letrado, quien ha subrayado que le dio una "manta de palos antes de asfixiarlo". "La secuencia de los hechos es que lo mata y se pone a fumar y a hacer el hoyo. Es seguro que es cuando ve que aún respira que lo asfixia ahí", ha señalado.

En su opinión, "se le fue de las manos" porque no esperaba que hubiese tanta afluencia de personas en un pueblo con unos 50 habitantes. 

Por su parte, el abogado defensor, Esteban Hernández Thiel, ha sostenido si el pequeño falleció porque "todo estaba planeado" como sostienen acusación particular y Fiscalía, "parece una chapuza enorme".

"Matarle en la vivienda de su padre; quedarse allí con el revuelo mediático que se forma; seguir con ellos -con los familiares-... Un móvil que tiene poco sentido", ha mantenido ante los miembros del jurado, insistiendo en que su intención no era provocar unas lesiones al niño, ni añadir un sufrimiento añadido a los padres sino que "no se descubriese lo que había hecho" posteriormente.

La vista continuará mañana con la declaración de Ana Julia Quezada, así como la de los padres, la abuela y una prima menor de Gabriel, entre otros, además de la propia hija de la acusada, que reside en Burgos. Está previsto ampliar las declaraciones hasta la tarde si es necesario.