Una ITV de presente y futuro para los edificios

B.M
-

La Escuela Politécnica de Ávila acogió un taller de trabajo internacional del proyecto HeritageCARE donde se presentaron resultados. Entre los espacios que se están estudiando está la Muralla

Una ITV de presente y futuro para los edificios - Foto: David Castro

Como si fuera una ITV de los edificios de presente y futuro. Como si pasaran un chequeo médico. Así se trabaja en el proyecto internacional HeritageCARE que este jueves tuvo una cita en Ávila a través de un taller de trabajo que se desarrolló en la Escuela Politécnica Superior. No se trata de una casualidad, puesto que la Universidad de Salamanca participa en esta iniciativa con Diego González Aguilera como investigador principal del proyecto en un grupo de cinco personas que se une al resto de integrantes de este proyecto desde la universidad aunque se trata de una labor que se realiza con integrantes de Portugal, Francia y España.

La iniciativa surgió como respuesta a la necesidad de encontrar un método para la conservación preventiva del patrimonio en el suroeste de Europa con el fin de ayudar a los propietarios y administradores de edificios históricos. El resultado ha sido una metodología que permite conocer con carácter predictivo el comportamiento del legado cultural más preciado que es la arquitectura y los edificios patrimoniales, aseguró González Aguilera, y que en el caso de Ávila tiene su ejemplo más claro en la Muralla, que es uno de los elementos que se está estudiando y, aunque se sabe que las humedades son uno de sus problemas, aún se tiene que seguir trabajando con los datos.

Se trata de un proyecto muy novedoso para analizar el estado actual de edificios, «monitorizándolos como haríamos con un paciente que asiste a una consulta médica. Esta monitorización, de la mano de sensores y tecnologías de última generación y fruto de ese análisis big data, permite generar «unos informes muy didácticos para que el propietario del edificio pueda saber qué problemas tiene el bien arquitectónico y también cómo va a esta en el futuro».

Entre los diferentes edificios que se han elegido en España no está sólo la Muralla de Ávila sino también la Biblioteca de la Universidad de Salamanca, con sus manuscritos de enorme valor y teniendo en cuenta lo que significa el número de visitantes que recibe. En este caso, Diego González Aguilera explica que el espacio se encuentra en un «buen estado» pero sí que existe esa preocupación por las visitas periódicas y «la repercusión que puede tener sobre el arte y los manuscritos». Es por ello que se cree que sí hay que tomar ciertas medidas para actuar a medio o largo plazo.

La reunión celebrada en Ávila pretendía servir para presentar los resultados finales del proyectos con los edificios monitorizados en un proyecto que tiene dos años de plazo, con un coste de 1,5 millones de euros y que finaliza el 31 de agosto.

En el caso de la USAL el papel que realiza es el del diagnóstico geotecnológico a través de drones, sistemas cartográficos, láser y cámaras para conocer el estado del edificio (temperaturas, humedad, luz y una serie de parámetros medioambientales) para acercarse a la parte externa, como si fuera la piel. 

Luego hay otros integrantes que se encargan de su sumar la información interna del edificio y todo se combina para redactar esos informes finales que entregar al propietario y que van en colores, desde el verde mas sano al rojo cuando hay problemas. Es así como se hace la ITV del edificio con la idea de prevenir más que curar, también para ahorrar dinero.

En la presentación se contó con la presencia de Ángel Luis Muñoz Nieto, director del Departamento de Ingeniería Cartográfica y del Terreno; Daniel Oliveira, investigador principal del proyecto de la Universidad de Miño (Portugal) y Javier Ajates, concejal de Servicios a la Ciudad.