Una ermita hispano-visigoda del siglo VII en 'La Mesa'

P.R.
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El presidente de la Diputación visitó este yacimiento situado en Navarrevisca, excavado en el 2020 por la empresa Castellum, gracias a un convenio de esta institución con el ayuntamiento de esta localidad del Alberche

Una ermita hispano-visigoda del siglo VII en 'La Mesa'

El presidente de la Diputación, Carlos García, ha visitado el yacimiento arqueológico de La Mesa, en la localidad de Navarrevisca, donde, gracias a los 40.000 euros del convenio entre la Institución provincial y el Ayuntamiento, se han excavado los restos de uno de los tres templos que desde el siglo VII existieron en esta zona.

El convenio y su resultado «ponen de manifiesto el compromiso de la Diputación para recuperar todos y cada uno de los yacimientos arqueológicos de la provincia y unirlos al turismo», ha señalado García. «Entendemos que esta recuperación, en enclaves magníficos, es una fuente de riqueza y seguiremos trabajando, colaborando e invirtiendo fondos en beneficio de nuestro patrimonio».

El presidente de la Diputación, Carlos García estuvo acompañado del vicepresidente Pedro Cabrero, el diputado, responsable del Área de Cultura, Eduardo Duque y el portavoz del PSOE en la instituciòn provincial Pedro Muñoz  se acercaron al yacimiento donde la empresa abulense Castellum ha hallado restos de una ermita hispano-visigoda del siglo VII. En la visita a este enclave, que se encuentra situado metros 1.600 metros de altitud, ejercició de anfitriona la alcaldesa, Leticia del Río, junto a los miembros de su Corporacion y la presidenta de la Sociedad de Pastos de Collado Viejo, propietaria de los terrenos donde se asienta la parcela donde se encuentra el yacimiento. Estos terrenos fueron cedidos durante 25 años por esta sociedad al ayuntamiento para poder realizar las investigaciones arqueológicas. Además estuvieron los arqueólogos de la empresa Castellum, Jesús Caballero y Blas Cabrera, que se encargaron de explicar a las autoridades presentes toda la fase de la intervención arqueológica.

En esta investigación arqueológica se han estudiado dos ermitas: Un templo hispano-visigodo del siglo VII, reformado y agrandado durante la época de la repoblación (a finales del siglo XI o principios del XII). A la primera fase se asocia un contexto funerario, un conjunto de tumbas excavadas en roca, «pertenecientes posiblemente a la aristocracia local», señalaba el arqueólogo Jesús Caballero.

También se mostraron en esta visita las piezas localizadas en la excavación como fueron cerámicas, los ajuares recuperados de las tumbas que, aunque no son completos, son piezas de vidrio, cerámicas y alguna pieza metálica. También una hebilla visigoda que ha sido localizada en un anexo a uno de los muros de la ermita visigoda. Esta pieza es la que el ayuntamiento ha elegido como símbolo del yacimiento, anunciaba la alcaldesa. Se visitó también el resto de las estructuras del lugar, la ermita de San Pedro, que es la que se ha visto siempre y sigue en pie. También la peña sacra, la plaza de toros y las canteras.

«Para nosotros es algo muy importante», señalaba la regidora mientras afirmaba que «desde el Ayuntamiento hemos considerado que este enclave tenía un valor cultural y patrimonial bastante importante. No se ha podido intervenir antes por el tema del convenio con la sociedad de pastos. El hallazgo de la ermita ha sido algo que aporta un valor añadido más. La ermita visigoda es una pieza arqueológica que no sabíamos que estaba ahí. De hecho, no era conocida y en la tradición oran nunca se había hablado de que allí había más ermitas que la de San Pedro. Le añade mucho valor al enclave, que ahora se ha puesto de manifiesto que no solo tiene valor paisajístico, sino también histórico con la ermita visigoda y la románica añadida. Como recurso turístico y cultural creemos que es un hallazgo muy relevante. Es una referencia para el Valle del Alberche. Me han informado los arqueólogos que no hay ningún enclave arqueológico de estas características en el Valle del Alberche.»

En esta campaña se ha exhumado uno de los tres templos que se levantaron en la zona, que «puede ser el dedicado a Santa Marina o a Santa Coloma, porque el de San Pedro, gótico del S. XIV, es el que aún se mantiene en pie», ha señalado elarqueólogo Jesús Caballero, quien manifestó que  el edificio excavado tiene su mayor interés en que consta «de dos fases constructivas, una hispanovisigoda del S.VII con tumbas muy ricas de la aristocracia del Alto Alberche; y otra de finales del S.XI o principios del XII, cuando en la Repoblación el templo se reconstruye, se ensancha la nave y se remata con un ábside románico».

La situación del yacimiento, en una cumbre a 1.650 metros de altitud sometida a condiciones climáticas de especial dureza, es una de las incógnitas para los expertos, que sostienen la hipótesis de que «es un lugar sagrado con continuidad en el tiempo, donde las comunidades prehistóricas animistas rendían culto a una peña sagrada, los romanos respetaron el ritual y el cristianismo lo adaptó a la nueva doctrina levantando los templos con fines funerarios», ha apuntado Caballero.