La formación de un Gobierno conjunto condiciona el acuerdo

Santiago González
-

El documento suscrito por Francisco Igea y Fernández Mañueco supone un avance decisivo para la negociación de una estructura para el futuro Ejecutivo regional

Francisco Igea y AlfonsoFernández Mañueco(d) se saludan tras la firma del acuerdo de gobernabilidad en las Cortes - Foto: Miriam Chacon (Ical)

El Partido Popular y Ciudadanos suscribieron ayer un acuerdo para la gobernabilidad de Castilla y León con un centenar de medidas, que arrancan con las 18 iniciativas dirigidas a la regeneración política, y que incluye otras propuestas sobre fiscalidad, sanidad, educación o políticas sociales, entre otras. El pacto firmado por los candidatos de PP, Fernández Mañueco, y Cs, Francisco Igea, está condicionado a que en las dos próximas semanas lleguen a un acuerdo sobre la estructura de la Junta, el reparto de consejerías y los nombres que las dirigirán.

La firma solemne del acuerdo se celebró en el salón de recepciones del Parlamento autonómico una hora antes de su constitución y a ella, además de los dos firmantes, acudieron dirigentes de ambas formaciones políticas, entre ellos el secretario de Acción Institucional de Cs, José María Espejo.

El documento es un paso decisivo para avanzar en la conformación de un Gobierno de coalición entre las dos formaciones, para lo que trabajarán con «intensidad y mano tendida» en las próximas semanas con el fin de cerrar una estructura que refleje el «cambio» y dé vida a las 100 medidas incluidas.

Mañueco señaló que el acuerdo programático es un primer paso «crucial, vital y fundamental» hacia un gobierno de coalición, tras lo que advirtió que quedan muchos pasos por dar desde el compromiso de cerrar un Ejecutivo autonómico «renovado, centrado, liberal y que responda a los retos de Castilla y León».

La idea de ambas formaciones es llegar a la investidura del candidato popular, Alfonso Fernández Mañueco, mientras que el naranja Francisco Igea ocuparía la vicepresidencia, aunque éste expresó que ello no está aún «ni decidido ni pensado».

El cambio prometido

Igea enmarcó el acuerdo en el cambio prometido por su partido en la campaña electoral y subrayó que éste no es de personas, sino de las políticas que se ejecuten estos cuatro años «si finalmente se llega a la investidura». El dirigente naranja sostuvo que son cien medidas para «mejorar» la vida de la gente y confió en que se visualice que las propuestas de su partido «se hacen realidad».

«Espero que los hechos sucedan a los comentarios, las especulaciones, las opiniones y las criticas; es el tiempo de ver si somos capaces de hacer lo que se ha propuesto», arguyó en relación a la negociación con el Partido Popular.

Fernández Mañueco calificó de «paso vital y fundamental» la firma para la gobernabilidad de la Comunidad y en el compromiso de formar un Gobierno centrado, que enmarcó en la pluralidad expresada en las urnas que no dio la mayoría a ningún partido político y requiere un esfuerzo de acuerdo y diálogo, aunque consideró que existe una mayoría moderada.

«Es un buen acuerdo», valoró el candidato popular, quien reconoció que es un paso para la configuración de un Gobierno conjunto, aunque reconoció que está aún sin definir la estructura, sobre la que ni él ni Igea quisieron pronunciarse, lo mismo que tampoco en relación al reparto de las consejerías.

Fernández Mañueco no pronunció en ningún momento la palabra cambio y el cambio de las políticas realizadas hasta ahora, remarcadas en la intervención de Igea, sino que habló de «hacer mejor las cosas» y de ser «ambiciosos», a la vez que expresó la necesidad de entendimiento y tendió la mano a otras fuerzas políticas.

No quieren ser muleta

Igea insistió, durante su valoración del acuerdo, en que ahora el escollo es que Ciudadanos pretende «un gobierno conjunto, que no es lo mismo que un gobierno del Partido Popular apoyado por Cs». El candidato naranja explicó en varias ocasiones que la Junta debe tener una sola voz, unidad de acción y debe visualizar claramente un cambio en sus políticas y en su funcionamiento.

En cuanto a la estructura del mismo, Igea parafraseó a Francisco de Quevedo para aseverar que «sólo el necio confunde el valor y el precio», tras lo que defendió que su apuesta pasa por conformar un gobierno que sea capaz de «llevar a cabo» el acuerdo programático rubricado con el Partido Popular.

Mañueco defendió que «con lineas rojas no se avanza» y confesó que en la negociación mantenida hasta ahora con Ciudadanos ha mejorado personalmente «ponerse en el piel» de quienes tienen posiciones distintas.

El candidato a la presidencia de la Junta por el Partido Popular sostuvo que se siente «responsabilizado y concienciado» ante su previsible investidura en las próximas semanas y confió en que en unos días se pueda alcanzar el definitivo acuerdo sobre el futuro Gobierno de la Comunidad para toda la legislatura.

El pacto cabrea

El candidato de Cs, Francisco Igea, reconoció que muchos de sus votantes se sienten «decepcionados y cabreados» por el acuerdo con el PP, tras prometer cambio durante la campaña, pero antepuso eso a las políticas que mejoren la vida de los ciudadanos durante estos cuatro años.

Igea puso en valor la política para mejorar la vida de la gente sobre la «vanidad» de los políticos. «Seguro que los votantes de Ciudadanos se sienten decepcionados, pero tenemos un oficio que exige responsabilidad», aseveró.

En todo momento, recalcó que «lo importante» es que se cumpla el programa se lleve a cabo, en caso de que se forme un Gobierno conjunto con el PP, pendiente de la negociación en próximos días.

El dirigente naranja recordó que la dirección nacional decidió que el PP fuera socio preferente y criticó que el PSOE vote con nacionalistas y con EH Bildu en Navarra.

«Pienso en el interés general del país más allá de Castilla y León», argumentó en relación a la posición de pactos de Cs y rechazó la «política de trincheras» a la que antepuso el diálogo y el acuerdo, argumentos con los que afirmó que se responderá a la crítica.

«El PSOE se ha entregado a una estrategia peligrosa para el país y cuando se cruzan las líneas rojas es difícil pactar», apostilló, para añadir que su preferencia es conocida, en referencia al PP como «socio preferente, no exclusivo».