La economía regional entra en una "desaceleración evidente"

David Alonso
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La economía regional creció durante el tercer trimestre un dos por ciento lastrada por el campo y las ramas energéticas, y Carlos Fernández Carriedo reconoce que la previsiones para final de año «empeoran»

Un tractor circula por una tierra de trabajo en un campo de la Comunidad. - Foto: Eugenio Gutiérrez

Las cifras han vuelto a hablar y han «constatado» que la economía de Castilla y León se ha «deteriorado» y se encuentra enfangada en una «evidente desaceleración» con una perspectiva negativa de cara a final de año y un menor ritmo en la creación de empleo. Una realidad que ayer reconoció el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, durante la presentación de la Contabilidad Regional Trimestral, donde reveló que la economía autonómica creció durante el tercer trimestre un dos por ciento, un punto menos que hace un año y cuatro décimas por debajo del periodo abril-junio. Una cifra que supone el peor tercer trimestre desde 2014 –empatado con el de 2016– y el segundo peor dato intertrimestral desde el inicio de la fase de recuperación económica en 2015, solo superado por el final del año 2016. De hecho, la Comunidad apenas produjo un millón de euros más (16.525 millones) que en el segundo trimestre del año, cuando en el mismo periodo de 2018 la diferencia rondó los cien millones.  «Seguimos en fase de crecimiento y creando empleo, pero a peor ritmo», aseguró Fernández Carriedo, que lamentó que la Comunidad esté «en el menor nivel de creación de empleo desde el inicio de la recuperación económica», con algo menos de 6.000 nuevos empleos equivalentes a jornada completa más en el tercer trimestre del año.

Una situación de la que el titular de Economía y Hacienda volvió a culpar a los sospechosos ‘de siempre’: la mala cosecha y las ramas energéticas. El sector primario se hundió cuatro puntos en la variación internanual, mientras que los productos energéticos continúan su particular descalabro y perdieron 19,8 puntos. Pese a esto, el consejero celebró que la Comunidad siga creciendo por encima del dos por ciento, aunque auguró que el último trimestre del año será peor, y la cifra final de avance del PIB autonómico de 2019 «no sufrirá grandes variaciones respecto al actual» del dos por ciento.

Cuestionado sobre la posibilidad de que la conformación de un Gobierno nacional pueda influir en el pronostico anual del PIB, el titular de Economía y Hacienda lamentó que España vive en un momento de «indefinición» y las «pocas certezas que tenemos son negativas». «Siempre es bueno que haya un Gobierno en España, pero si toma malas decisiones igual es mejor no tenerlo», precisó Fernández Carriedo en un tono muy crítico. Además, volvió a reiterar su preocupación, y la del Ejecutivo regional, en que una hipotética reforma de la financiación autonómica pueda «favorecer» a comunidades concretas como contraprestación a un apoyo en la investidura de Pedro Sánchez. «Modificar el sistema de financiación es bueno siempre que nos favorezca, pero si es para contentar a los socios de Gobierno y nos deja peor, preferimos que no lo toquen», concluyó el consejero, que, no obstante, apostó por «no prejuzgar».

Las cifras

Carriedo desgranó los datos económicos autonómicos que certifican que el sector primario se contrajo en el tercer trimestre un cuatro por ciento, cuando en 2018, creció un 11,7%, como consecuencia de la mala cosecha. Asimismo, la industria avanzó un 0,8%, un punto menos que en los mismos meses del año anterior, arrastrado por las ramas energéticas, mientras que las industrias manufactureras aumentaron su producción un 2,9%, mejorando el uno por ciento del tercer trimestre del 2018. El sector de la construcción hizo lo propio un 2,7%, dos décimas menos que hace un año. Por último, los servicios repuntaron un 2,5%, medio punto menos que en 2018, con un 2,5% para los servicios de mercado y un 2,6% para los de no mercado.

El consejero también ofreció el análisis desde el punto de la vista de la demanda y concretó que la interna se incrementó un 1,8%, frente al 3,5% que creció entre julio y septiembre de 2018. Por su parte, el saldo exterior aportó dos décimas al crecimiento, gracias a un crecimiento de una décima por las exportaciones; y una baja del 0,1%, de las importaciones. «Esto es habitual en periodos de desaceleración, las empresas buscan vender fuera lo que aquí no pueden», precisó.

Por último, en cuanto al empleo medido en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, Castilla y León anotó un crecimiento interanual del 1,5 por ciento en este tercer trimestre, lo que supuso la creación de casi 6.000 empleos, hasta un total de 1.044.945.