'La voz del pueblo' que pedía la transformación de Ávila

D.C
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El periodista e investigador abulense Álvaro Mateos presentó el libro que resume la trayectoria de ese periódico abulense durante su tercera y última época, la que vivió en los convulsos años 1930 y 1931

‘La voz del pueblo’ que pedía la transformación de Ávila

Álvaro Mateos, periodista e investigador abulense, presentó el libro La Voz del Pueblo (1930-1931). Referente de la prensa liberal en Ávila, trabajo de investigación derivado de una tesis doctoral realizada bajo la dirección del también periodista e investigadora abulense Maximiliano Fernández que realizó en la Universidad Pontificia de Salamanca y que posteriormente, más ameno y divulgativo que su ‘germen’, le publicó la Institución Gran Duque de Alba, dependiente de la Diputación Provincial.

Acompañado por Maximiliano Fernández y por el diputado responsable de Cultura, Eduardo Duque, Álvaro Mateos explicó que La voz del Pueblo, un periódico cuyo título es «ya toda una declaración de intenciones», quiso ser «un referente de prensa liberal, una voz distinta a la doctrina o tendencia más conservadora que se venía reflejando en Ávila en los medios más conservadores», un objetivo que sí consiguió de alguna forma ya que «durante el tiempo en el que se publica este diario de la tarde fue el único medio de comunicación capaz de plantarle cara a El Diario de Ávila, una auténtica referencia».

Fue el 6 de mayo de 1930 cuando salió el primer número de la tercera y última época de La voz del pueblo, «una pequeña aventura periodística que nos lleva a descubrir una etapa muy interesante de nuestra historia contemporánea, como es el paso de la dictadura del general Primo de Rivera, con la monarquía, hacia una república que se empieza deseando pero que La Voz del pueblo, que llegó a convertirse en periódico oficial y de partido de la propia república, termina desterrando y diciendo que no es esto lo que quería, ya que había sufrido censura en la etapa monárquica y acaba desapareciendo por la propia censura republicana».

La Voz del Pueblo, nacido en una ciudad que rondaba los 15.000 habitantes y estaba muy necesitada de la llegada del progreso, se definía como «un periódico progresista y liberal cuyos principales objetivos son luchar contra el alto nivel de analfabetismo que había en Ávila, en favor de la creación de nuevas escuelas, de la educación civil frente al marcado carácter religioso de la sociedad», y que además defendía «propuestas para una reforma agraria, para la promoción de la salud, para reivindicar el papel de la mujer en esta nueva sociedad del siglo XX, para favorecer la industria», además de «la necesidad de acometer obras para lograr buenas comunicaciones tanto por carretera como por ferrocarril».

El periódico se vuelca especialmente con la educación, algo que define muy bien una frase que se publica en uno de sus primeros números; «no seremos sino una apariencia de pueblo europeo mientras miles y miles de niños vaguen por las cales sin lograr un asiento en cualquier escuela de las que humilde y llorosamente solicitan sus madres», objetivo de progreso en que luchó de forma similar a como se hacía en otras provincias, entre ellas  Salamanca.