La nueva Europa echa a andar

M.R.Y. (SPC))
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Las elecciones del 26-M dejan un escenario en el que conservadores y socialistas pierden su hegemonía histórica y los partidos euroescépticos quedan neutralizados en antiguos feudos

La nueva Europa echa a andar

Con la participación más alta de los últimos 20 años, las europeas de la semana pasada abrieron el camino para el comienzo de una nueva etapa en el bloque comunitario, que modificará sus caras visibles en los próximos meses, con un cambio de tendencia en el continente. 


Adiós al bipartidismo.

El nuevo Parlamento Europeo estará fragmentado. Populares y socialdemócratas volvieron a ser los partidos más votados, pero no con la contundencia de otros comicios. Por primera vez en la historia de la Cámara, no suman la mayoría simple del Hemiciclo, quedando así en manos de terceros para aprobar asuntos de relevancia. Los liberales y los ecologistas, que firmaron un ascenso inédito, serán claves para formar posibles coaliciones.
Ocho grupos parlamentarios han coexistido durante esta legislatura. De cara a la próxima, la novena, podrían aparecer nuevos y disolverse otros. Para conformar uno, se requieren un mínimo de 25 diputados, procedentes de al menos una cuarta parte de los Estados de la UE, es decir, siete países.

 

Amenaza más leve

Los peores augurios para las autoridades comunitarias no se cumplieron y, pese a que los euroescépticos aumentaron su apoyo con respecto a los comicios de hace cinco años, no consiguieron hacerse con un tercio de los escaños, un hecho que les podría haber dado el derecho a veto en la Cámara.
Los partidos eurófobos se impusieron en plazas tan importantes como Francia, Italia y el Reino Unido. También en Polonia y Hungría. Sin embargo, el ascenso no fue tanto porque estos bloques perdieron fuerza en países como Alemania o Finlandia y quedaron neutralizados en otros como Austria y Holanda, donde fracasaron estrepitosamente en esta cita.

 

Conciencia ecológica

Alimentados por un voto joven y preocupado por el medio ambiente, los Verdes han sido la gran sorpresa de las europeas. En países como Alemania o Finlandia se convirtieron en la segunda opción, por delante de los socialdemócratas. Su escalada ha sido uno de los grandes motivos por los que se ha roto la tradicional coalición de populares y socialistas.

 

Cal y arena popular

Al contrario que los ecologistas y los liberales, los populares han visto en esta ocasión mermar su representación. A pesar de que siguen siendo el grupo más numeroso de la Eurocámara, ha perdido casi 40 escaños y su distancia con respecto a los segundos, los socialistas, se reduce a 13 diputados.
Sin embargo, a su favor queda que los grupos de izquierdas, los Verdes y los liberales no suman una mayoría en el Hemiciclo, por lo que su concurrencia se antoja indispensable en cualquier decisión.

 

Récord de participación

El temor al auge euroescéptico pareció tener su contrapeso en los comicios, con una participación inédita -cerca de un 51 por ciento-, la mayor en las últimas dos décadas. Una tendencia que contrasta con la cita anterior, en la que se firmó un récord de abstención del 56,2 por ciento. Así se reflejó en naciones como Dinamarca, Austria u Holanda, donde subió notablemente el número de votantes y las opciones eurófobas cayeron con respecto a 2014.
Los expertos también apuntan a que el incremento de la afluencia a las urnas estuvo marcado por la personalización de algunas de las opciones en políticos de renombre, como el francés Emmanuel Macron, el italiano Matteo Salvini o el húngaro Viktor Orbán.
Asimismo, fue clave que en países como España coincidieran las europeas con las municipales y buena parte de las regionales, por lo que la ciudadanía aprovechó para votar en los comicios continentales.

 

‘Spitzenkandidaten’ 

Tras las elecciones, toca elegir al que será el sucesor de Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión Europea. Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE designarán, previsiblemente en la cumbre del próximo 20 de junio, al que será su aspirante a presidir el Ejecutivo comunitario, que debe ser avalado por el Parlamento.
Inicialmente, los líderes de los Veintiocho nominarán a uno de los candidatos principales, el denominado sistema Spitzenkandidaten, pero la decisión final se tomará en la Eurocámara. A partir de entonces, se configurará el resto del Gabinete, con un comisario por cada país.
En caso de que el Parlamento no acepte al propuesto por el Consejo Europeo, se abrirá un plazo de un mes para que se ponga otro nombre sobre la mesa. Todo debería estar cerrado en otoño, ya que el 1 de noviembre está previsto que la nueva Comisión asuma sus funciones.

 

Pendientes del brexit

El comienzo de la nueva legislatura está fijado apenas un día después de que concluya el plazo otorgado al Reino Unido para que haga efectivo el Brexit. El 31 de octubre es la fecha estipulada, siempre y cuando no haya una nueva prórroga. En el caso de que el divorcio se haga efectivo, los 73 eurodiputados británicos dejarán su puesto. De ellos, 27 se repartirán entre el resto de Estados y los otros 46 quedarán en reserva, ante la posible entrada de nuevos socios.