"Lograr la complicidad del personaje que retratas es ideal"

M.M.G.
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Nuestra protagonista cambia hoy de posición y se pone delante de las cámaras y del micrófono para hablarnos de su vida y profesión.Es Patricia Garcinuño, recononida fotógrafa 'freelance' abulense

"Lograr la complicidad del personaje que retratas es ideal"

Patricia Garcinuño (Ávila, 1991) ve la vida a través de un objetivo. Y eso que cuando sólo era una niña, e incluso en su adolescencia, jamás pensó que se convertiría en periodista y fotógrafa profesional. Pero el destino es caprichoso, y aquella pequeña que se recuerda feliz, corriendo por las calles de Cardeñosa, su pueblo, es hoy una reconocida reportera gráfica por cuya cámara han pasado (y seguirán pasando) los personajes más relevantes de la vida social, cultural, económica y política de nuestro país.

Patricia se ríe mucho. Y contagia su buen humor a quien tiene la suerte de pasar un rato con ella. Siempre a caballo entre Madrid (donde vive en la actualidad) y Cardeñosa (localidad de la que no se cansa nunca de hablar), nos reserva un rato para una charla amena y súper interesante, en la que, por ejemplo, nos descubre cómo llegó al mundo de la fotografía.

Porque ésta no fue en un primer momento su principal opción. De hecho, Patricia estudio Periodismo. Eligió la carrera muy convencida de su vocación. Y la cursó en la madrileña Universidad Complutense. 

¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza sobre Ávila?

Los atardeceres con la Muralla al fondo.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

La gente. Aquí es donde estoy casi todos los fines de semana con mi familia, mis amigos y muchas de las personas con las que he crecido a las que tengo un cariño inmenso. Y, en cuanto a lo estético, que tiene una luz espectacular.

¿Y lo que menos?

¡El frío! Mira que he crecido aquí y debería estar acostumbrada...Pero nada, no hay manera. 

Un lugar para perderse.

En Cardeñosa las zonas de El Castillo, La Lobera, el camino hacia el pantano de Las Cogotas... Una de las cosas que más me gusta de los fines de semana es ponerme las deportivas, juntarme con mis amigas de toda la vida y pasear por el campo mientras nos contamos cómo ha ido la semana. A mí eso me da la vida.  

Un recuerdo de su infancia.

Ir al colegio de Santo Tomás los martes y los jueves por la tarde a dar clases de solfeo y ensayar con la Banda de Música de Ávila. Yo tocaba el saxo soprano. Odiaba el solfeo (como todos), pero me divertía bastante en los ensayos. 

Un personaje abulense que le haya marcado.

Con vuestro permiso elijo dos: mis abuelas, Angelines y Felisa. Son fantásticas. Angelines tenía una tienda en el pueblo con golosinas, alimentación en general, droguería... Era fascinante ver cómo cuidaba y atendía a todo el que pasaba por allí. Le encanta estar con la gente y en eso creo que he salido bastante a ella. Y mi abuela Felisa siempre ha sido superdetallista en todo y es algo que valoro mucho. En eso ojalá parecerme más, porque en todo lo que no tiene que ver con la foto soy bastante desastre. 

El mayor cambio que necesita Ávila es…

Una mejor conexión con otras provincias y más oportunidades laborales, sobre todo para los más jóvenes.

Y Ávila tiene que mantener…

Nuestro carácter. En general somos amables, directos y leales. Creo que siempre es importante tener personas así cerca. Y por supuesto el patrimonio natural, histórico y cultural tan impresionante que tenemos.  

¿Qué le parece Ávila hoy?

Un lugar con mucho potencial.

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Ojalá una ciudad abierta y con más población, en la que tanto quienes tienen sus raíces en Ávila como quienes son de fuera vean en ella y en el resto de la provincia un lugar atractivo para hacer su vida. Es un sitio con mucho que ofrecer.

¿Qué puede aportar a Ávila y a su provincia?

Me encantaría hacer pronto un proyecto de retratos con personajes importantes de nuestra provincia, es algo a lo que le estoy dando vueltas últimamente. ¡Ya os contaré! 

Lea la entrevista completa en la edición impresa de Diario de Ávila.