Ara Malikian: "En Ávila tengo un público maravilloso»

David Casillas
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Como viene siendo costumbre en los últimos años, el extraordinario violinista Ara Malikian vuelve a Ávila el 2 de enero para ofrecer su nuevo espectáculo, una cita con la buena música que logra conectar con todo tipo de públicos y apasionarlos

Ara Malikian: "En Ávila tengo un público maravilloso»

Ara Malikian, uno de los violinistas más reconocidos de los últimos años (si no el que más), intérprete y compositor dueño de un estilo y una personalidad inconfundibles que ha conseguido conectar con el público por su calidad y también por el humor que entrevera entre canción y canción, vuelve a pisar el sábado 2 de enero las tablas del Lienzo Norte para ofrecer a sus seguidores abulenses el último espectáculo que ha preparado, ‘Le petit garage’, una apuesta por la música como forma de disfrute (estético y emocional) y de comunicación en la que, a consecuencia de la pandemia y para reducir la presencia de músicos sobre las tablas, estará acompañado en el escenario únicamente por el piano de Ivan ‘Melo?n’ Lewis.

¿Qué tiene Ávila para usted que todos los años viene a ella con sus espectáculos?

Ávila es una ciudad que tiene muchas cosas que valoro mucho. Lo más importante es el público, por supuesto, que es maravilloso, muy cariñoso y muy entregado, y por eso siempre es un placer compartir cada proyecto y cada concierto con él. Y también hay que tener en cuenta que el auditorio es maravilloso, y la ciudad es magnífica. Por todos esos motivos Ávila es siempre un lugar al que vuelvo con mucha alegría y muy motivado.

Y por mucho que le escuchemos un año tras otro, siempre llena el aforo.

Eso es lo que decía antes, que cuando hay un lugar donde el público te responde y te muestra tu cariño es un lugar donde también tienes que responder como artista y cuidar mucho ese cariño que te entregan y darle todo en los conciertos. Son esas relaciones entre artista y público que hay que cuidar para toda la vida.

En esta ocasión estará acompañado sobre el escenario sólo por un piano, un significativo cambio con respecto a espectáculos suyos anteriores, por ejemplo el que dio el pasado mes de febrero también en el Lienzo Norte.

Desde que comenzó esta situación de pandemia que vivimos hemos cambiado el formato, pasando de una banda muy grande de casi diez personas sobre el escenario a reducir los músicos, igual que los aforos están reducidos. Pero me siendo muy a gusto con este nuevo formato, porque el violín y el piano son dos instrumentos de toda la vida, hay mucho repertorio para ellos y se complementan muy bien; es un concierto podríamos decir que más íntimo, más emotivo, que a mí me está aportando e inspirando muchísimo.

O sea, que aunque hay menos instrumentos no es más pobre.

Absolutamente no. Además, cuento con una figura que es un fuera de serie, un pianista con una trayectoria impresionante que es magnífico, y funcionamos como dos instrumentos iguales.

¿Qué repertorio han preparado para la actuación del 2 de enero en el Lienzo Norte?

Es un poco el mismo concepto del repertorio de la gira anterior, con obras diferentes, por supuesto; hay música clásica, moderna, y muchas composiciones propias, lo que yo defino como un viaje musical por muchos países, muchas culturas, muchas épocas y muchos estilos.

¿Y sigue con sus monólogos entre canción y canción?

Si, la verdad es que esos momentos en los que hablo entre canción y canción gustan al público y me gusta a mí, me hacen sentir cercano al público, y también me sirven para presentarle los temas que vamos a ofrecer. Es una cosa que me gusta hacer para acercarme al público, para que esté a gusto, para que los espectadores se sientan un poco más cercanos al artista.

Y, además, sabe hacerlo con mucho humor.

A veces sí, pero lo que yo hago no considero que es humor, no soy monologuista ni actor; cuento mis historias, mis propias anécdotas y mis vivencias sin tomarme en serio, me gusta reírme de mí  mismo, porque no me gusta contarles esas historias de un modo intenso.

La pandemia ha hecho que los auditorios están muy vacíos ‘por ley’, ¿cómo se enfrenta el artista a esa situación desde el escenario?

Yo antes de empezar la gira pensaba que iba a ser duro pasar de tocar en auditorios llenos a hacerlo en auditorios limitados a un 40 o un 30 por ciento del aforo, o incluso menos, pero la verdad es que me sorprendí porque las personas que acuden a escucharnos están totalmente entregadas, diciéndonos que si están ahí es porque quieren gozar, y se ha creado en estos conciertos algo que antes no había vivido, una tensión muy íntima, muy emotiva. Estas actuaciones se están convirtiendo en algo muy bonito, muy enriquecedor, para aprender, para crecer con lo que te da el público. Es maravilloso.

¿Siente que con su música ayuda de alguna manera a superar esta situación tan complicada que vivimos por la covid-19?

Yo no sé si con la música se puede superar esa difícil situación, pero ayudar seguro que sí que lo hace, a sanar, seguro; a sentirte mejor, seguro, y a concienciar sensibilidades también, sin duda.

¿A pesar de este problema que tanto limita su trabajo de cara al público ha seguido trabajando duro?

Sí, nosotros no podemos parar. Es verdad que el sector está pasando un momento muy difícil, hay muy pocos conciertos, muy pocas giras; la mayoría de los compañeros que trabajan en el sector, músicos y técnicos, están en el paro y no sabemos cómo se va a poder volver a empezar, o sea que sé que soy muy afortunado porque sé que soy de los pocos que puedo trabajar. Y por eso creo que es muy importante no dejar de trabajar para poder seguir dando música al público, para que no falte esta forma de cultura. A pesar de las condiciones que tenemos, a pesar de la difícil situación que vivimos, hay que seguir trabajando como sea.