El cartel del año llenó la plaza de Arenas

Juan Andrés Cartón
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Triunfo de Morante, Urdiales y Emilio de Justo en una tarde de no hay billetes

El cartel del año llenó la plaza de Arenas

Para celebrar el IV Centenario de la Beatificación y Patronazgo de San Pedro de Alcántara en la localidad de Arenas de San Pedro se celebró una corrida de toros que se puede clasificar como 'el cartel del año', pues lo compusieron los tres espadas que han triunfado en las plazas importantes españolas como son Morante de la Puebla, Diego Urdiales y Emilio de Justo, tres de los baluartes de la temporada que llenaron el coso de la localidad como hacía tiempo que no recordaban los más mayores de los aficionados arenenses. El ambiente que se respiraba era de día grande de toros.  

Todo comenzó con el primero de la tarde, 'Cantimplora', de la ganadería de Torrestrella, un toro de  buenas hechuras, muy serio y armonioso. De salida un poco suelto, corrió por el ruedo a los toques de los subalternos hasta que Morante salió y consiguió sujetarlo flexionando la rodilla en la tierra, y una vez metido en el toreo de capote del maestro, el sevillano dejó ver el toreo que atesora con el capote a la verónica con poder y hondura y pasando los pitones muy cerca, lo que hizo despertar a los tendidos y sacar los primeros aplausos. Remató el sevillano sus lances de capote con esa media verónica que algunos alaban y con ver eso ya están llenos del toreo de Morante. Lo llevó al caballo que montaba Aurelio Cruz Ríos con un bonito trasteo, y tras derribar al caballo, se le midió el castigo en varas aunque el toro no renunció a la pelea y mostró buena condición. Se lucieron en banderillas Juan José Trujillo y Sánchez Araujo, y el toro llegó con fuerza a la muleta que le ofreció Morante, que comenzó con ayudados por alto, para pasar a torear y volcarse en cada muletazo. La faena fue muy variada con trincherazos, molinetes y adornándose con el pase de las flores, dando la distancia y tiempo al toro para que repusiera. Cuando lo tuvo dominado y sometido, pasó a la distancia corta y el de la Puebla del Río fue ligando tandas destacando en el toreo al natural, ciñendo el cuerpo consiguiendo casi parar el tiempo con esa templanza y lentitud, firmando una faena de muy buena conjunción que remató con el acero con una estocada algo desprendida que dejó al toro sin puntilla.

El cuarto de la ganadería San Pelayo, 'Esmerado', fue un toro algo más desigual de hechuras que en los primeros compases demostró su debilidad arrastrando una mano. Fue pitado y devuelto a los corrales, saliendo el primero sobrero del mismo hierro 'Malospelos', que fue con el que sucedió algo insólito en una plaza de toros. Fue devuelto casi por las mismas razones que el anterior, pues acudía un poco descoordinado. El presidente sacó su pañuelo verde y tras varios intentos de meter el toro al corral y no conseguirlo, de manera incomprensible se permitió que después de que Morante sacara su pañuelo de la chaquetilla y pidiera al presidente que sacara el pañuelo blanco para dar autorización a la salida a los picadores, se continuara la lidia. El reglamento dictará si a este hecho acaecido fue correcto o se vulneró algún artículo.

El cartel del año llenó la plaza de ArenasEl cartel del año llenó la plaza de ArenasIntentó mansear el toro y no dio muchas opciones al diestro sevillano.En el caballo no se empleó ni se entregó, y se le midió el castigo. En la muleta Morante, que salió con el estoque de verdad, tras pulsar al toro lo cambió por el simulado. El de la Puebla lo manejó de principio sin exigirle y metiéndole la muleta con mimo y tiento, consiguiendo sacar muletazos de ligazón pero sin llegar a ser muy seguidos. El toro no llegó a humillar y se lo hizo difícil al sevillano su toreo. Pinchazo y estocada, y el público, en la vorágine de lo acontecido, pidió trofeo para el sevillano que el presidente concedió, también incomprensiblemente.

El segundo del cartel, el riojano Diego Urdiales, comenzó  con un toro de Torrestrella, 'Borrachito', que salió sin emplearse y con poca definición del capote del riojano. En el caballo el toro apretó y recibió un puyazo a cargo de Germán González Barrera. Urdiales comenzó la faena de muleta junto a tablas,  aguantando los primeros gañafones del de Torrestrella, al que tenía que llevar muy metido y cosido en la muleta, teniendo que perderle algún paso entre muletazo y muletazo y así conseguir esa inercia repetidora en las embestidas del burel. Mediada la faena Urdiales busco las cercanías y el toro en esos terrenos protestaba y salía con la cara alta al final del muletazo. Muy en torero estuvo el riojano por ambos pitones, y con el acero acertó a clavar en lo alto, por lo que se le concedió una oreja.

El quinto, que pertenecía a la ganadería de San Pelayo, 'Sardinero', fue un toro con cara comodita y escasa fuerza. Salió al ruedo con poca fijeza de principio pero poco a poco Urdiales le fue metiendo con el capote y lidia, reduciendo su ímpetu hasta conseguir un buen saludo por verónicas muy bien corridos los brazos y con quietud. Tras el tercio de banderillas el toro llegó un poco desfondado al tercio de muleta. El diestro riojano comenzó con muy buena actitud y templanza la faena, y con el trasteo consiguió corregir algún defecto del toro, ligando series ceñidas y ajustadas por el pitón derecho, ejecutando un correcto toreo al natural, gustándose Urdiales dejando ver la calidad que atesora por la mano izquierda. Con el acero dejó una estocada en lo alto que le valió cortar dos orejas.

El cartel del año llenó la plaza de ArenasEl cartel del año llenó la plaza de ArenasEmilio de Justo, el torero extremeño, salió a por todas en esta su última tarde en la temporada española ante un toro de preciosa estampa y hechuras de la ganadería de Torrestrella, 'Chupete', que metía la cara al capote que le ofrecía De Justo, pero que salía suelto en los primeros compases del saludo hasta que consiguió sujetarlo y lancear a la verónica, para rematar con media en los medios. En la muleta el torero extremeño comenzó con la mano diestra firmando una faena de menos a más, ganando en profundidad y exigencia al toro, al que consiguió dominar y obligándole a humillar. Pero  por lo que la faena ganó esplendor fue con el toreo al natural, un toreo de verdad con series que casi hacen levantar al público del asiento. Con la espada certera y en las agujas se le concedieron dos orejas y hubo petición de rabo.

Al que cerró plaza 'Saeto de San Pelayo', Emilio de Justo lo recibió a la verónica para rematar por chicuelinas. En varas lo dejó con poco castigo aunque el toro arremetía al caballo. Brindó De Justo la muerte del toro a su cuadrilla al completo, dejando un bonito toreo en redondo por el derecho, ya que por el izquierdo no iba el toro y casi ni lo intento. Pinchó en varias ocasiones y con golpe de verduguillo finiquitó su temporada española.

El cartel del año llenó la plaza de Arenas
El cartel del año llenó la plaza de Arenas
Salieron en hombros De Justo y Urdiales, pero Morante hizo el desplante y salió andando.