Un año de turbulencias con cambios a la vista

Antonio del Rey (EFE)
-

Pedro Sánchez cumple su primer aniversario como líder del Ejecutivo de coalición tras meses convulsos por la pandemia y con una remodelación del Gabinete en ciernes por la salida de Illa

El jefe del Ejecutivo tuvo que declarar el 14 de marzo el estado de alarma por la COVID-19. - Foto: Juanjo Martí­n

Han pasado 365 días, aunque a buen seguro hayan parecido una eternidad... El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cumplía ayer un año desde que el Congreso le eligió para encabezar el primer Ejecutivo de coalición de la democracia, cuya composición se ha mantenido intacta hasta ahora, que se verá modificada por la marcha del ministro de Sanidad, Salvador Illa.

El alcance de la renovación del Gabinete no se conocerá hasta que Sánchez decida quién ocupa la cartera de Sanidad. Este ministerio ha pasado a primera línea de la acción política debido a la pandemia del coronavirus, y ahora está volcado en gestionar la vacunación de la población y supervisar el repunte de contagios tras las fiestas navideñas.

En el Gobierno más amplio de la democracia, con 22 ministros de los cuales 17 pertenecen al PSOE y cinco a Unidas Podemos, su jefe puede optar por un relevo mínimo, circunscrito a Sanidad, o aprovechar para abordar cambios de mayor calado. De hecho, si la titular de Política Territorial, Carolina Darias, fuera la designada para sustituir a Salvador Illa, este movimiento comportaría también nombrar nuevo responsable para su puesto.

Y todo ello mientras se abre la posibilidad a que el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, pueda recalar en el Ejecutivo de coalición tras haber renunciado a postularse para los comicios catalanes.

Así las cosas, Pedro Sánchez, investido presidente por el Congreso al filo de las dos y media de la tarde del 7 de enero de 2020, llegaba al mismo día de 2021 tras superar un año excepcional por los devastadores efectos que la COVID-19 ha supuesto para salud de la población, la economía y la sociedad.

Por el momento, en su comparecencia de balance de fin de año, aseguró haber cumplido el 23,4 por ciento de sus 1.238 compromisos de investidura. Más allá del cumplimiento estadístico, la gestión del Ejecutivo ha estado marcada por la pandemia, con una declaración del estado de alarma y un «mando único» en vigor desde el 14 de marzo hasta el 21 de junio.

El mayor hito político del Gobierno ha sido en este ejercicio la aprobación de los Presupuestos Generales para 2021, con una mayoría que superó los 167 votos a favor obtenidos por Sánchez en la investidura porque fueron 188 los diputados que avalaron las cuentas públicas, al sumarse ERC y EH Bildu al acuerdo.

La reforma educativa de la Lomloe o Ley Celaá salió adelante antes de acabara el año, así como la legalización de la eutanasia, solo pendiente de pasar por el Senado.

También le salieron los números a Sánchez en el debate de octubre de la moción de censura presentada por Vox, con 289 votos negativos y un PP cuyo líder, Pablo Casado, se desmarcó de Santiago Abascal para tratar de reubicar a su partido en el centro político.

Eso sí, el día a día de la coalición ha estado salpicado de roces, desencuentros y tensiones  que se evidencian cada poco pese a que Moncloa las intente disimular.