El plan con el que Japón pretende dominar el fútbol mundial

Europa Press
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Takefusa Kubo y Hiroki Abe son los jóvenes 'cracks' que llegan este año a LaLiga y que forman parte de la estrategia con el que el gigante asiático aspira a convertirse en la mayor potencia del deporte 'rey' en 2050

El plan con el que Japón pretende dominar el fútbol mundial

Los fichajes de Hiroki Abe, el joven talento del Kashima Antlers, por el FC Barcelona y de Takefusa Kubo, conocido como el Leo Messi japonés y que está haciendo la pretemporada con el Real Madrid, forman parte del ambicioso plan con el que Japón pretende ganar el Campeonato del Mundo de la FIFA en 2050.

Estas dos operaciones confirman el auge del fútbol japonés, cuya presencia en las ligas europeas se está multiplicando en los últimos años y que forma parte de la estrategia de Japón desde finales de la década de los noventa cuando refundó su liga.

Los objetivos son construir un equipo capaz de ganar el Mundial de 2050 y consolidar una competición doméstica que pueda competir con las grandes ligas europeas para el año 2030. Así lo explicó el presidente de la J-League, Mitsuru Murai, en la primera edición del World Football Summit Asia, celebrada en abril en Kuala Lumpur (Malasia).

Fichajes de estrellas mundiales como Fernando Torres, David Villa o Andrés Iniesta constituyen una parte importante de la estrategia de crecimiento del fútbol japonés. Esas figuras han permitido poner el foco mediático sobre el fútbol en un país -Japón-, en el que el 50 por ciento de la población reconoce no sentir interés por el deporte y también ganarle mercado a la Superliga China, su gran competidor regional.

La J-League ha implantado un programa para desarrollar el talento nacional y cuyos frutos ya están siendo evidentes. Entre otras medidas, todos los clubes que participan en la competición están obligados a desarrollar su propia academia y a tener, como mínimo, equipos de categoría sub-15 y sub-18.

Además, el primer equipo deberá alinear siempre al menos dos jugadores de la cantera y un menor de 21 años. La J-League concede tanta importancia al desarrollo de jóvenes talentos que es uno de los criterios principales para distribuir los ingresos por la venta conjunta de los derechos de televisión, que en 2016 adquirió DAZN por 10 millones de dólares.

"Tenemos un proyecto a largo plazo que contempla convertirnos en la cuarta liga mundial en 2030. El interés de las empresas viene y va, nosotros queremos clubes con proyectos de futuro", aseguró el presidente de la J-League, que presume de que en la liga japonesa los estadios están llenos y nunca ha habido problemas de actos violentos, amaños o apuestas ilegales.

Paralelamente, el buen trabajo del fútbol base nipón se ha traducido también en una mayor presencia en las cinco grandes ligas europeas, cuyas reticencias iniciales a fichar futbolistas del país asiático se han desvanecido progresivamente a lo largo de la última década.

Dicha evolución se observa en los 14 jugadores japoneses que actualmente militan en las máximas competiciones domésticas del fútbol continental. La Bundesliga, con 4 jugadores, es la que cuenta con un mayor número de representantes, seguida de LaLiga, la Premier League y la Liga francesa, con 3 cada una. La liga alemana es precisamente la que más jugadores nipones ha tenido (31), entre ellos el pionero Kazuo Ozaki, que llegó al Arminia Bielefeld en 1983.

En el caso de LaLiga, Shoji Jo fue el primer jugador en debutar en 2000 con el Real Valladolid. Desde entonces, otros nueve jugadores han pasado por la competición española, siendo Takashi Inui el más destacado al haber disputado un total de 120 partidos entre SD Eibar, Real Betis y Deportivo Alavés.

En fútbol internacional, Japón alcanzó la fase final por sexta vez consecutiva en el Mundial 2018, en el que cayó en dieciseisavos ante Bélgica tras ofrecer una buena impresión con un equipo en el que más de la mitad de los jugadores militaban en equipos europeos.