Un sábado repleto de escenas típicamente turísticas

E.Carretero
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Colas para acceder a la Muralla, temperaturas muy agradables, ausencia de lluvias y un puente de tres días contribuyeron a llenar de turistas la ciudad

Un sábado repleto de escenas típicamente turísticas - Foto: David Castro

Temperaturas muy agradables para la época del año en la que nos encontramos, ausencia de lluvias pese a la previsión, un puente de tres días que en el caso de los escolares de Castilla y León y de otras regiones ha sido macropuente y una ciudad Patrimonio de la Humanidad con las puertas abiertas. Con estos ‘ingredientes’ no es extraño que este sábado Ávila estuviera, como se suele decir, ‘hasta la bandera’.  La jornada dejó imágenes típicamente turísticas de esas que en Ávila nos gustan tanto por cuanto demuestra que nuestra ciudad nada tiene que envidiar a otros destinos turísticos de interior. Colas para acceder a la Muralla, terrazas abarrotadas, calles llenas de gente y turistas, muchísimos turistas dispuestos a visitar una ciudad  que tiene mucho que ofrecer al aunar historia, patrimonio y también gastronomía.

Al ambiente multitudinario que se respiraba por el centro de la ciudad contribuyó también sin duda la celebración de la muestra Judiávila con la que muchos turistas se ‘toparon’ en el Mercado Chico, lugar de visita imprescindible para quienes llegan a la ciudad, y a la que también acudieron muchos abulenses atraídos por las bondades culinarias de esta legumbre con pedigrí. También a esa mayor afluencia sin duda contribuyó la celebración en Ávila durante este fin de semana de la Liga Nacional de Kárate Infantil, que ha atraído a esta ciudad a más de 1.200 participantes y a sus respectivos familiares y acompañantes.

tráfico. La gran afluencia de visitantes se dejó notar no solo en las calles del centro de la ciudad y en los bares y restaurantes sino también en el tráfico, mucho más intenso que cualquier otro fin de semana. De hecho los conductores que pretendían llegar al centro pasado el mediodía tuvieron que tirar de paciencia para llegar a su destino y mucha más aún para aparcar, lo que se convirtió casi en una misión imposible. De hecho, muchos fueron los que decidieron dejar el vehículo particular en la explanada del Palacio de Congresos, donde también este sábado aparcaban decenas de caravanas, y acceder hasta el centro de la ciudad a pie y por la ronda de la Muralla, disfrutando de un relajado paseo con vistas impresionantes. Era, sin duda, la mejor opción teniendo en cuenta que a eso de las 13,00 horas el aparcamiento del Grande ya colgaba el cartel de completo.

Salvando los problemas puntuales de tráfico ocasionado por la mayor circulación de vehículos, lo cierto es que el Puente de los Santos y este sábado dejaron escenas típicamente turísticas de esas que tanto nos gustan a los abulenses y que también nos demuestran el gran potencial que tiene esta ciudad, aunque a veces tengamos cierto complejo respecto a nuestras hermanas vecinas.