“Os lo merecéis por guapas y simpáticas, sois las mejores loteras del barrio”, gritan al unísono dos clientas habituales de la Administración número 28 de la calle Cigüeña 11, ubicada en el popular barrio vallisoletano de Pajarillos, en alusión a Adela Tarrera y Rosa Salamanca. Ambas han repartido, a través de una aplicación para dispositivos móviles y en venta directa en ventanilla, medio millón de euros en diez décimos del número “feo e impopular” número 750, correspondiente a un cuarto premio del Sorteo de Navidad.

Pasadas las 11 de la mañana, en un día lluvioso y desapacible, con apenas vecinos en las calles, la alegría se empezó a desbordar cuando un encargado de la Delegación Provincial de Lotería de Valladolid legó para colocar a la entrada el cartel donde se reflejaba la venta de uno de los dos cuartos premios del sorteo navideño.

Poco después llegaron las encargadas de repartir la suerte, pero no así los posibles agraciados. “Llevamos en este establecimiento siete años y antes otros 30 años en la calle Alonso Pesquera, también de Pajarillos, con la misma administración”, explica Adela, cuñada del propietario y trabajadora.

Temblando todavía por la ilusión, Adela atiende junto a Rosa -mucho más calmada- al sin fin de medios de comunicación que las estaban esperando y a los que se van sumando poco a poco otros tantos, alguno para entrevistarlas en directo para televisión. “Es domingo y estábamos en pijama en casa”, sonríe Rosa, al tiempo que recuerda que -junto al cuatro premio de hoy- dieron también un quinto en el sorteo navideño de 2011, además de varios premios con cantidades económicas muy importantes en quinielas y una Primitiva.

Las loteras de Pajarillos, a falta de saber con certeza los números que quedaron sin y que se devolvieron ayer, confían en que los diez décimos premiados del número 750 se hayan quedado en el barrio. Adela y Rosa, que llevan más de media vida despachando lotería, no dejan de ser felicitadas mientras se colocan sendas camisetas para la foto y las cámaras de televisión como afortunadas vendedoras de un tercero premio, que más bien parece el Gordo por la efusividad con las que las trata el vecindario. “Teníamos muchas ganas de ponernos estas camisetas desde hace tiempo”, señalan entre sonrisas, gritos y abrazos compartidos con quien se acerca a ellas.

Felicitaciones sinceras

“Enhorabuena de corazón. Aunque a mí no me haya tocado nada, ellas se merecen todo. Son gente de lo mejor, siempre te saludan por calle si te ven fuera de su trabajo y se comportan muy bien”, dice con vehemencia Pilar, una clienta que lleva comprando lotería en la Administración número 28 de Valladolid casi desde que se abrió.

Al ver las cámaras de TV, se paró para comprobar qué premio había tocado esta vez en el barrio. “Llevamos dos décimos de otros números que terminan en cinco, siete y ocho y no han sido premiados, pero tenemos una gran alegría por Rosa y por Adela. Son fenómenas y atienden de maravilla al público”, agrega Mabel.

Pilar sostiene que las dos loteras de Pajarillos “tienen la tira de clientes en zona de mucho tránsito” y que pocos días antes del Sorteo de Navidad “mucha gente ha hecho colas en su administración” para comprar lotería, además de considerar “un gran acierto” que cambiaran de ubicación a la calle Cigüena desde la calle Alonso Pesquera, donde tenían antes el despacho. “Yo estoy pendiente de una cena para cuando me toque el Gordo e irme con las dos loteras pero este año no podrá ser”, ironiza, y concluye diciendo que seguirá probando suerte en el sorteo extraordinario del Niño del 6 de enero de 2020.