El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, destacó hoy que las explotaciones de ovino de Castilla y León presentan "cada día mayor rentabilidad y mayor capacidad de producción", con independencia de que haya menos granjas en el sector en la Comunidad autónoma.

"El que luchemos todos por unos precios justos y adecuados, en este caso de los ganaderos, pero de todo el sector agrícola y ganadero es algo que desde la Consejería de Agricultura y Ganadería tenemos claro", aseguró. "Hemos creado, precisamente, una dirección general de la Cadena Alimentaria, que busca conseguir unos precios más justos y asequibles para los productores y que sean más a lo que son las demandas del mercado, siempre desde esa justicia", añadió.

Jesús Julio Carnero hizo estas declaraciones en el término municipal de Villalpando (Zamora), durante una visita a la explotación de ovino Hegradeca. "Es una explotación ganadera muy significada en Villalpando y en la provincia de Zamora. Los lechazos que tienen el marchamo de Tierra de Sabor o de la IGP Lechazo de Castilla y León han nacido, se han criado y se han sacrificado aquí, en Castilla y León. Eso es, precisamente, lo que nos dice la vitola en uno u otro caso", indicó.

"Tierra de sabor, lechazos que no tienen por qué ser necesariamente de razas autóctonas de Castilla y León pero que han nacido, se han criado y se han sacrificado aquí y los lechazos con la IGP Lechazo de Castilla y León, que lleva también el corazón amarillo, que son de las razas autóctonas: la ojalada, la churra y la castellana", precisó.

La IGP Lechazo de Castilla y León es una figura de calidad reconocida desde el año 1997. En 2018, estaban inscritas 803 explotaciones y 26 industrias. Todos los lechazos amparados por la IGP también están reconocidos por la marca de garantía Tierra de Sabor, según apuntaron fuentes de la Junta.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural insistió en la "calidad extrema" del lechazo nacido, criado y sacrificado en Castilla y León. "A partir de ahí, la decisión última es del consumidor. Nosotros lo que tratamos de garantizar a través de la IGP, precisamente, de las vitolas y de los marchamos es garantizar esa trazabilidad tan importante para que el consumidor tenga todos los datos y pueda optar", reiteró. "Por supuesto, animar a todos los consumidores a que consuman productos de aquí. Lo primero, porque son de aquí y lo segundo, por algo tan importante como es la calidad", concluyó.

Alrededor de 1.500 explotaciones sacrifican bajo ambos marchamos de calidad más de 460.000 lechazos cada año, por importe de unos 19 millones de euros.