«Confío en que el día 9 de mayo se abran las fronteras»

I.Camarero Jiménez
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Daniel Pérez es el propietario, junto a su mujer, Cristina, de El Yantar de Gredos en San Martín del Pimpollar desde 2006 y, desde hace apenas unos días, es también el presidente de la Asociación de Turismo Rural de Ávila ATRA dependiente de CEOE.

Daniel Pérez, presidente de ATRA - Foto: Isabel García

Daniel Pérez (Madrid, 1972) acaba de acceder a la Presidencia de ATRA, la asociación de turismo rural de Ávila acogida bajo el paraguas de la confederación de empresarios de nuestra provincia. Sus predecesores en el cargo hace muy poco tiempo que se pusieron en contacto con él primero para que formara parte de la junta directiva, pero después, muy poco tiempo después para que encabezara la asociación. Saben de su tesón y de sus ganas de trabajar y decidieron proponerle para esa Presidencia. Él tampoco lo dudó en exceso y desde luego se muestra agradecido por la confianza y con muchas ganas de afrontar un futuro de reivindicaciones que tiene claro que se debe asentar sobre tres pilares. El primero es lograr la fibra para los pueblos, a mucho más largo plazo y a sabiendas de que «es un hueso duro de roer», eliminar el peaje y en tercer lugar promoción y promoción a nivel de toda España porque tiene claro que hay que hacer ver que tenemos un sector potente y para eso TVE, el metro o las autopistas entiende que serían un buen escaparate.

Madrileño sí, pero después de casi 15 años de negocio abierto en tierras abulenses ya se siente de aquí. Un lugar apacible en el que no es fácil entrar pero una vez que lo haces estima «es mucho más difícil salir»porque Ávila te gana para siempre y su gente que entiende que es «noble y maravillosa», también.

En Ávila desembarcó con Cristina, quien hoy es su mujer y compañera de trabajo. Ambos emprendieron en El Yantar de Gredos, en San Martín del Pimpollar, en algo que de algún modo los dos querían hacer. Daniel había pasado por no pocos establecimientos de la geografía española (tanto de la insular como de la peninsular) y Cristina venía de tener su propia empresa en Madrid. Nada que ver con la restauración pues tenía un taller de costura con dos decenas de personas a su cargo.

El sueño estaba en Ávila y de algún modo lo encontraron por casualidad, a golpe de click en Internet, luego fue cuestión de ampliar la formación. Él ahondando en el márketing, ella en la sumillería. Pero había mucha más formación de base gestada muchos años atrás, cuando El Yantar no estaba en el horizonte.

Daniel estudió en Madrid en la Escuela de Hostelería y Turismo, aunque antes, mucho antes, su vida estuvo ligada a la mar. Lea la entrevista ampliada en la edición impresa

 

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza sobre Ávila?

Gente noble.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

La seguridad y también lo cerca que estamos de Portugal, país con el que podemos establecer sinergias.

¿Y lo que menos le gusta?

Es difícil… El peaje, sí, sin duda,

Un lugar para perderse. 

Gredos.

Un recuerdo de la infancia.

 La muralla y aquella comida en el Parador que hice con mis padres y mi hermana cuando me compré mi primer coche nuevo y para celebrar que había empezado a estudiar en la Escuela de Hostelería.

Un personaje abulense que le haya marcado.

 Suárez, sí, igual es recurrente pero por supuesto que él: Adolfo Suárez.

El mayor cambio que necesita Ávila es...

Necesita una reindustrialización respetuosa con el medio ambiente.

¿Qué tiene que mantener?

 Su autenticidad, su esencia.

¿Qué le parece Ávila hoy?

Es el mejor sitio para vivir y con la mejor gente para compartir esa vida. Una vez que entras es muy difícil salir, bueno, y tampoco quieres hacerlo..

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Pues espero que más desarrollada respetando el medio ambiente, su calidad del aire. Quiero verla con ambición y en ese sentido, mejor comunicada.

¿Qué puede aportar usted a Ávila?

Mis ganas de trabajar, mi empuje y más al frente de la asociación en la que hay un equipo muy bueno porque está claro que no hay que buscar ser el mejor en nada sino tener el mejor equipo.