Ávila registra 437 testamentos vitales en diez años

M.M.G.
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El Registro de Instrucciones Previas de Castilla y León cumple su primera década de vida, el año pasado fueron 51los abulenses que formalizaron sus voluntades anticipadas, nueve menos que el año anterior

Ávila registra 437 testamentos vitales en diez años

El Registro de Instrucciones Previas de Castilla y León cumple diez años. Se trata del documento que en nuestra región recoge los deseos expresados, de forma anticipada, por una persona sobre los cuidados y tratamientos de salud que desea recibir para que sean tenidos en cuenta por su médico o por el equipo sanitario responsable de su asistencia en aquellos momentos en los que se encuentre incapacitado para expresarlos personalmente. En él, también, se puede expresar la voluntad sobre el destino del cuerpo o de los órganos una vez llegado el fallecimiento. Desde que se pusiera en marcha hace una década, en Ávila han sido 437 las personas que han formalizado un documento que a nivel regional se formalizó en esos años 11.019 veces y que puede suscribir cualquier persona mayor de 18 años, capaz y que actúe libremente. De esas 447 personas abulenses, 51 lo hicieron el año pasado, nueve menos que las que lo habían hecho en 2017. Representan apenas el 4 por ciento de los 1.272 castellanos y leoneses que quisieron dejar constancia de esta manera de cómo quieren ser tratados en caso no poder decirlo personalmente.

Existen tres maneras para formalizar un documento de instrucciones previas. La más demandada por los castellanos y leoneses en general y los abulenses en particular es ante el personal al servicio de la Administración. De los 51 abulenses que lo formalizaron el año pasado, el 72 por ciento (37) eligieron una modalidad que pasa por acercarse a la sede del registro o solicitando el desplazamiento de su responsable (si fuera necesario, por ejemplo, en caso de incapacidad), pero siempre solicitando cita previa en los teléfonos 983413671 ó 983413676. La segunda opción es formalizar el documento ante notario, la segunda preferida por los abulenses con un 15 por ciento (ocho de los 51).En este caso no es necesaria la presencia de testigos, ya que el notario garantiza, con su fe pública y su responsabilidad, la capacidad del otorgante, que está debidamente informado del contenido del documento y que lo que en él se recoge se corresponde con su voluntad.

Y la tercera posibilidad pasa por contar con tres testigos a la hora de formalizarlo, una opción que el año pasado eligieron seis abulenses, el 11 por ciento del total. Esas tres personas no deben tener relación de parentesco hasta el segundo grado de consanguinidad con el otorgante (por ejemplo, no pueden ser ni sus padres o abuelos), ni por afinidad (por ejemplo, suegros o cuñados), ni pueden estar relacionados por vínculos patrimoniales o de otra obligación (como por ejemplo, estar empleados a su servicio).Esos tres testigos, además, deben ser mayores de edad y tener capacidad para obrar, así como asegurarse de que el otorgante conoce el contenido del documento y de que es consciente de su alcance.