El fútbol queda estos días lejos del césped. Imaginar ahora mismo como será este deporte en un futuro, en un Mancho Ángel Sastre sin público y a puerta cerrada, «ni se me había pasado por la cabeza» reconoce Pepe García, entrenador de la Cultural Deportiva Cebrereña. «En estos momentos lo que tienes en tu cabeza es lo que está pasando a tu alrededor. Hay cosas más importantes» señala el técnico de los culturalistas. No vale la pena pensar en cómo será el próximo año este deporte, aunque espera, eso sí, que sea en Tercera División. Porque ahora el fútbol no se juega en el césped, sino en los despachos, en las reuniones y debates donde se debe resolver cómo acabar la temporada. «Hay que tomar una decisión.Cuanto más se demore peor» tiene muy claro Pepe García ante el debate abierto desde hace semanas sobre la forma en la que resolver la temporada 2019-2020. Nadie en el fútbol de Castilla y León, al menos así quedó patente en la última reunión de la FCyLFcon los clubes de Regional, cuestionan el ascenso del Colegios Diocesanos, Cultural Deportiva Cebrereña y Peñaranda a Tercera.Pero la decisión final queda en manos de la RFEF. Y el debate se ha complicado tanto que la opción de anular toda la temporada en Tercera –ni ascensos ni descensos– cobra fuerza.

Peroen todo este escenario Pepe García tiene muy claro que «si es por justicia deportiva debería prevalecer lo jugado hasta ahora. Si hay algo contundente a lo que agarrarse es lo jugado». Y lo jugado colocaría a Diocesanos y Cebrereña en Tercera. «Está claro que alguien se puede sentir perjudicado, pero la decisión que se adopte debe ser aquella que menos daño haga al global» comenta un entrenador que, como José Alberto Fernández Somoza, entrenador del Diocesanos, espera que se sea justos.

Tiene claro el entrenador abulense que la vuelta a los terrenos de juego, a este nivel, no es una opción. «Es un escenario que está ahí, pero no es el deseable para el fútbol no profesional». Es uno de los escenarios en los que se sigue manejando un deporte en el que tiene claro que «declarar nula la temporada no sería justo. Desde que el pasado mes de julio nos pusiéramos en marcha hay mucho trabajo detrás. Los resultados que ya se han dado es algo sólido a lo que te puedes agarrar para resolver la temporada». Y en su caso, como en el del Diocesanos, les sonríe incluso al final de la primera vuelta, cuando igualmente eran primero y segundo.

Mientras aguardan la resolución de todo ello, tiene claro que «lo importante es salir airosos de todo esto y tratar de recuperar la normalidad. El fútbol es algo secundario en nuestras vidas. No somos profesionales y cuando se retome deberá ser en condiciones de seguridad».