Las luces de la feria se apagan sine die

E.Carretero
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Los empresarios de un sector al que en Ávila se dedican más de medio centenar de familias critican que en el plan de desescalada del Gobierno no figuran los feriantes y reclaman medidas ante un parón indefinido que llega, además, en el peor momento

Las luces de la feria se apagan sine die - Foto: David Castro

Prácticamente ningún sector se ha librado de las dificultades generadas por la pandemia de coronavirus si bien es cierto que hay ciertas actividades que están sufriendo especialmente los efectos de esta crisis sanitaria y económica. Así ocurre, por ejemplo, con los feriantes que justo en la época en la que tenían que retomar su actividad tras el parón de los meses de invierno siguen en casa sin trabajar y sin saber, además, cuándo podrán volver a hacerlo teniendo en cuenta la prohibición de organizar ferias y fiestas por motivos de afluencia y aglomeración de público. De hecho, una de las principales quejas de un sector que genera en España más de 200.000 puestos de trabajo tanto directos como indirectos y del que en Ávila viven más de medio centenar de familias es que en los planes de desescalada del Gobierno los feriantes no figuran por ningún lado.

«Vivimos de la fiesta, que es nuestro pan», reconoce Pilar López Mahíllo, presidenta de la Asociación de Feriantes de Ávila, que sin embargo apunta que este parón no solo perjudica a los feriantes sino también a muchos otros profesionales relacionados con esta actividad como electricistas, ingenieros, arquitectos o proveedores de peluches, entre otros.

«Las fiestas se han suspendido y no vemos visos de actividad a corto o medio plazo», lamenta quien estos días tendría que haber estado con su puesto en la madrileña feria de San Isidro y que sin embargo está en casa sin saber cuándo ella y el resto de sus compañeros podrán  volver a encender las luces de las ferias.

«A nosotros nos han parado completamente», expone Pilar que además apunta que este parón llega en el peor momento, después de seis meses en los que el sector no trabaja y justo en la época en la que comienza la temporada de fiestas. Esto supone, reconoce la presidenta de la Asociación de Feriantes de Ávila, que en el mejor de los casos el sector podrá volver a la actividad la próxima primavera. «Son 18 meses de parón, sin ningún tipo de actividad. La problemática es muy seria», reconoce esta empresaria que apunta, además, que esta situación ha pillado a muchos compañeros de baja laboral en la Seguridad Social debido a la temporalidad de un sector en el que por lo general se trabaja seis meses al año y se para otros seis. «A mucha gente esto le ha pillado sin haberse dado de alta todavía, porque se da de alta en abril de cara a los seis meses de actividad», explica el caso de muchos compañeros que a día de hoy ni siquiera han podido acogerse a las ayudas a autónomos por cese de actividad del Gobierno. Es más, prosigue, en muchos casos, y como es habitual, estos feriantes habían aprovechado los meses de parón invernal para poner a punto sus atracciones y puestos de cara a la nueva temporada, pidiendo incluso créditos para hacer frente a estos gastos.

La situación del sector se agrava, explica esta empresaria, si se tiene en cuenta que los feriantes no tienen un epígrafe propio en la Seguridad Social a pesar de que «a la hora de pagar somos un autónomo más». «Si para pagar existimos, para trabajar tendremos que existir», exige López Mahíllo justo antes de asegurar que «ahora mismo estamos en tierra de nadie». Por ese motivo, y ante esa situación de desamparo, la Unión de Industriales Feriantes de España (UIFE), a la que pertenecen 46 asociaciones de toda España, entre ellas la de Ávila, ha elaborado un manifiesto en el que exigen al Gobierno medidas para ayudar a este sector.

 «Nosotros no queremos vivir de una paga, queremos vivir de nuestros negocios pero si el Gobierno nos prohibe trabajar tendrá que tener algún plan para las más de 200.000 familias que en el territorio nacional viven de la feria», plantea Pilar el punto de partida de las reivindicaciones de los feriantes que han dejado de trabajar en los meses en los que se factura para todo el año.

Es por ello que este colectivo propone un paquete de medidas extraordinarias que ayuden a subsistir a este sector y entre las que se encuentran el aplazamiento inmediato de los pagos de impuestos, sin intereses, y hasta los doce meses posteriores a la vuelta a la normalidad del sector y un plan de ayudas básicas temporales mientras no puedan trabajar. También acceso a  líneas de crédito a bajo interés y suspensión de la cuota de autónomos durante el estado de alarma y su reducción durante doce meses más, así como la devolución íntegra de las tasas de ferias ya abonadas, entre otras medidas.