El Supremo condena a La Manada a 15 años por violación

Agencias
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Los jueces destacan la «angustia e intenso agobio» sufrido por la víctima y la Policía arresta a los cinco autores de la agresión, que entran en una cárcel sevillana

El Supremo condena a La Manada a 15 años por violación - Foto: MARCELO DEL POZO

El Tribunal Supremo revocó ayer la sentencia de La Manada y elevó las condenas para los cinco acusados a 15 años de prisión por un delito continuado de violación con las agravantes de trato vejatorio y actuación conjunta de dos o más personas, admitiendo así parcialmente los recursos de la Fiscalía, la víctima y las acusaciones populares que ejercen el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra. 

 A uno de los miembros de La Manada, el guardia civil Antonio Manuel Guerrero, el tribunal le condena a dos años más de cárcel, un total de 17, como responsable del delito de robo con intimidación del teléfono móvil de la joven madrileña. Asimismo, la Sala incrementa el importe de la responsabilidad civil a la que tiene derecho la víctima a 100.000 euros. Además, se inhabilita a los cinco hombres durante el tiempo de la condena, se les prohíbe acercarse a menos de 500 metros al domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro que frecuente la víctima durante 20 años, y se les impone ocho años de libertad vigilada una vez cumplida la pena. 

 El fallo, adoptado por unanimidad, fue anunciado tras una deliberación de más de dos horas, que comenzó justo después de que concluyera la vista pública en la que los cinco magistrados de la Sala escucharon los argumentos de acusaciones y defensas. 

 Tras esta deliberación, el alto tribunal considera que lo ocurrido en los Sanfermines de 2016 fue agresión sexual y no abuso, que es el delito por el que tanto la Audiencia Provincial como el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) habían condenado a nueve años de cárcel a José Ángel Prenda, Antonio Manuel Guerrero, Jesús Escudero, Ángel Boza y Alfonso Jesús Cabezuelo. Con el fallo del Supremo, la sentencia contra La Manada ya es firme y no hay posibilidad de apelación. 

un Escenario intimidatorio.  Aunque todavía no se ha redactado la sentencia, el tribunal integrado por Andrés Martínez Arrieta, Ana Ferrer, Susana Polo, Vicente Magro y Andrés Palomo -éste último sustituido a última hora a Francisco Monterde- hizo público un extenso y prolijo comunicado explicando los motivos de su decisión. 

 Así, el Supremo decide, siguiendo precedentes jurisprudenciales, que la redacción de los hechos probados llevada a cabo en la sentencia del TSJN, que es la que se ha revisado, determina que los hechos «no pueden constituir un delito de abuso sexual, sino de violación, siendo incorrecta por tanto la calificación jurídica de los mismos». 

Ello es porque el relato de los hechos de la resolución describe «un auténtico escenario intimidatorio» en el que la víctima «en ningún momento consiente a los actos sexuales llevados a cabo por los cinco acusados». 

 Añade que esta situación «intimidante» es la que hizo que la víctima «adoptara una actitud de sometimiento, haciendo lo que los autores le decían que hiciera». 

 El Supremo también alude a las circunstancias personales de la víctima y los acusados en el lugar de los hechos, «lo que fue aprovechado por ellos para realizar los actos contra la libertad» de la joven, y señala que hubo «al menos 10 agresiones sexuales con penetraciones bucales, vaginales y anales». 

 En cuanto a las agravaciones específicas del delito de violación, el Supremo apunta el «trato vejatorio o degradante» que sufrió la víctima, puesto que hubo varias penetraciones simultáneas y los acusados hicieron «alarde» en los vídeos grabados, «jactándose de su obrar».

  Tras conocerse el auto, la Policía Nacional arrestó a los cinco integrantes de La Manada en virtud de la orden de detención e ingreso en prisión que la Audiencia Provincial de Navarra dictó ayer. Todos ellos fueron apresados en Sevilla, donde por la mañana habían ido a firmar a los juzgados. Primero detuvieron a José Ángel Prenda y Alfonso Jesús Cabezuelo. Después a Jesús Escudero y al guardia civil Antonio Manuel Guerrero, que perdió su condición como agente cuando se le notifique la sentencia, y el último fue Ángel Boza. Todos ellos ingresaron a última hora en una prisión de la capital andaluza.

Partidos, asociaciones feministas y de Justicia celebraron con entusiasmo el fallo del Tribunal Supremo, que marca un antes y un después en la Justicia por su precedente a favor de las víctimas. 

 Así, la Fiscalía General del Estado elogió la sentencia al revalorizar el testimonio de la víctima y subrayó su trascendencia, ya que consolida la doctrina del alto tribunal y da seguridad jurídica.

 Por su parte, un grupo de expertas juristas consideraron que el fallo «reconcilia» a las mujeres con el sistema judicial y «permite recuperar la confianza en la Justicia».

Las formaciones políticas mostraron su satisfacción con la decisión del Supremo. «Fue violación. Porque solo sí es sí», publicó en sus redes sociales el PSOE, mientras la vicesecretaria de Política Social del PP, Cuca Gamarra, señaló que lo ocurrido en Pamplona «fue violación» y que «no hay duda de ello». También desde Ciudadanos destacaron que esta decisión viene a confirmar que «la Justicia en España funciona» y Podemos elogió la lucha de las mujeres «en las calles».