Ricardo Guerra Sancho

Desde mi torre mudéjar

Ricardo Guerra Sancho


El verano recuperado, y un recuerdo poético con emoción

09/09/2021

Y no me refiero en este caso al verano climatológico, que buenos calores nos ha traído, como todos los veranos, que siempre hay algunos días insoportables y agobiantes, aunque dicen que es eso del clima. Lo que sí ha sido muy irregular, con cambios bruscos, con algunas noches sofocantes de esas que llaman tropicales, ósea que no bajan de los 20 grados, y otras de cerrar y arroparse por las bajadas bruscas de temperaturas.
De lo que realmente quiero hoy hablar es de esa recuperación tan esperada, de gentes y de movimiento en las calles y plazas de la ciudad. De esa afluencia de público a visitar nuestra ciudad histórica, las iglesias mudéjares y tantas cosas que nuestro patrimonio histórico ofrece al visitante. Y de esos veranos culturales que puntualmente ofrecen actos. Un público bienvenido, que ya se echaba en falta. Ya saben lo que decía mi abuelo, que el que no deja dinero es el que no viene…
Hoy mismo, cuando comienzo a escribir estas líneas, a las 10 y a las 11 de la mañana, dos grandes grupos han llegado a la turística Plaza de la Villa, grupos guiados y que, por el número de personas, eran autocares completitos. Una visita en la que muchos del segundo turno han podido acceder a nuestras iglesias que siguen abiertas, ya por pocos días, en ese programa de “Abrimos en verano” que patrocina la Junta de Castila y León en colaboración con el Obispado y la parroquia, y que este año se está prolongando hasta mediados de este septiembre.
Al hilo de este programa de apertura, permítanme unas consideraciones, que son personales, como espectador habitual de estos convenios, que se celebran desde ya hace bastantes años. Una consideración, que la gratificación a los voluntarios que están en nuestras iglesias mudéjares ha sido reducida en cierta cuantía. Se podría justificar por la crisis… pero yo creo que no tiene justificación. Otra es la imposición de no poder cobrar algún tipo de donativo, aunque fuera poco, como en otras ocasiones se ha hecho, aunque sea sólo por eso de los gastos de mantenimiento, limpieza, iluminación, etc. que, en momentos de bastante movimiento, lo recaudado por este concepto, nuestra parroquia ha revertido íntegramente en el mantenimiento, limpieza y restauración de obras de arte religioso que están en nuestros templos, y no sólo en los que están al culto, como es el caso del templo-museo de El Salvador, donde se puede admirar una magnífica colección de obras de arte religioso de nuestras parroquias. Habrá que ver que deriva toma este aspecto en próximos convenios.
El movimiento de gentes, durante el verano, ha sido muy bueno, y por tanto el comercio y la hostelería han estado bastante concurridos. Con una particularidad notable, que el turismo ha sido prácticamente nacional, de todos los rincones de nuestra geografía como no se había visto antes, y casi nulo el internacional.
Y quiero tener un recuerdo especial y cariñoso para nuestro gran amigo Vitorio Canales, un poeta de nuestra tierra, Pajares de Adaja, que era más conocido popularmente como «El pastor poeta», una poesía sencilla pero preciosa y justa, y una mente y memoria privilegiadas. Con su gran sensibilidad, totalmente autodidacta que componía versos preciosos de forma espontánea, la mayoría de ellos cuando ejercía su profesión, y que nos sorprendía a todos por su prodigiosa memoria, ya que, las más de mil composiciones poéticas que dicen que escribió, las tenía en la memoria y recitaba sin duda alguna en el momento preciso. 
Participó en numerosas ocasiones en las veladas de los ‘Poetas Morañegos’, siempre con gran éxito y aceptación de los amantes de la poesía, diversos foros de la poesía donde era muy apreciado y querido. Muchas veces algunos amigos nos brindamos a escribirlos, pero él decía que no le hacía falta…
Descansa en paz amigo y que tu espíritu se eleve a las más altas cotas.