«La verdad es que en ningún sitio te preparan para esto»

I.Camarero Jiménez
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Joven, 23 años, y madura Mónica Galán decidió dedicarse a la Enfermería «quizá» por seguir la estela de su hermana mayor, María, el destino le deparaba ejercer en Ifema por la crisis sanitaria, una dosis de realidad «traumática y a la vez

«La verdad es que en ningún sitio te preparan para esto»

Mónica Galán es enfermera, tiene 23 años y reconoce que quizá «insconscientemente» se dedicó a esta profesión por seguir la estela de su hermana mayor, María, (que le lleva 21 meses). Nacidas en Ávila pronto se fueron a Segovia pero retornan siempre que pueden (fines de semana y verano) a la casa que tienen sus padres en Riofrío. Esa segunda residencia que tienen muchos foráneos en nuestra provincia y que ahora sus padres añoran. También volvió Mónica a la capital abulense a formarse, a estudiar la carrera en la UCAV y ahora ha tenido la oportunidad y la obligación de prestar servicio en Ifema con lo que aprendió a hacer en la facultad. Ha sido un mes de experiencia en el Pabellón 9 «traumática, sí, pero reconfortante». Un lugar éste y «todos los centros sanitarios» que ha puesto de relieve lo indispensable de estos profesionales y ha ensalzado sobremanera la enfermería «un colectivo muy maltratado históricamente». Ahora, dice Galán, no han hecho nada diferente, «siempre hemos sido así, no hemos sido más humanas que en el pasado pero es en este momento cuando se reconoce nuestro trabajo. Yo me he sentido ahora más querida que nunca». Los aplausos están bien, pero el apoyo deberá seguir después, reclama, cuando reivindiquen y también cuando se pidan responsabilidades: «Que no nos dejen solos». Ese apoyo también se demuestra, dice, siendo responsables ahora que podemos salir a la calle, hacerlo con distancia de seguridad y sin saltarse el confinamiento. El coronavirus les ha presionado con más carga laboral pero «simplemente hemos hecho nuestro trabajo, ni más ni menos». «No estaría mal una paga extra (desde luego que no), aunque no creo que cuele».

Usted trabaja en un consultorio local en Guadalix de la Sierra dependiente de Soto de El Real en Madrid. ¿Cómo llegó a Ifema?

Pues no te dan a elegir, un viernes te llaman y te dicen que el sábado te necesitan allí. Sí es cierto que mi responsable de enfermería, con el que tengo muy buena relación, me llamó antes y me dijo que necesitaba enfermeras y yo me ofrecí y también a mi hermana aunque no sabíamos lo que nos ibamos a encontrar, pero es que las dos somos mucho de barro, de implicarnos. Primero ayudamos en la organización para luego regresar al centro. Pasados unos días me llamaron y fui. Creo que también me eligieron por edad, por juventud.

¿Qué sintió al llegar allí? ¿Necesitó apoyo psicológico? o al menos, ¿se lo ofrecieron?

La verdad es que en ningún sitio te preparan para esto y hemos ido sobre la marcha. Teníamos no sé si eran voluntarios o contratados, pero sí teníamos servicio psicológico, tanto un número de teléfono como un gabinete en el propio Ifema. Yo no hice uso de ello porque además vivo con mi hermana, con María, que también es enfermera y claro, al llegar a casa la carga no la llevas tú solo. Los problemas los compartimos y la una se come los de la otra.También es cierto que no estamos acostumbrados en general a la figura del psicólogo porque si hubiera sido así todos hubiésemos hecho uso de él por la situación. Estoy segurísima. Pero estamos acostumbrados a pasar y a comernos los problemas.

¿Su hermana también estuvo en Ifema?

No. Las dos somos enfermeras de Atencion Primaria, a una parte nos desplazaron a Ifema y otra se quedó en su puesto y eso la verdad es que tiene mucho mérito. L atención mediática ha estado en Ifema especialmente (demasiada, estima), aunque también en todos los hospitales porque era la novedad, pero el trabajo que ellos han hecho en Atención Primaria también es admirable.

Lógicamente han tenido más carga de trabajo porque los positivos que no han necesitado hospitalización o los sospechosos han caído en sus manos...

Sí, se cierran las consultas, pero todos los seguimientos telefónicos, las urgencias eran cosa suya y en un momento en el que el sistema está saturado de todo es complicado. Han estado sobreexplotados. Además mi hermana por ejemplo tenía a su cargo una residencia de ancianos y ahí estuvo cuidando a los abuelitos.

Usted trabajo un mes en Ifema ¿suficiente no?

Es una experiencia única. Tu entrabas por la puerta y te cambiaba el chip, es como si hubiera estado cuatro meses seguidos allí. Al acabar piensas que por un lado ha sido una experiencia traumática, pero por otro también reconfortante. En el día a día,  cuando estás allí acabas diciendo siempre que ha sido suficiente y no quieres más. Es cal y arena. Claro, tampoco es un hospital al uso, tienes una cama, sanitarios, material médico, pero no a lo que estás acostumbrado y te tienes que adaptar. Después de un mes allí ya ni te acuerdas de lo que es un hospital.

Sin embargo para los que ingresaban allí fue un alivio...

Claro porque al principio el sistema estaba muy saturado, tanto que daba miedo y la gente venía de estar tirado en el suelo de un pasillo de un hospital o, si había suerte, en una silla de ruedas. Ycomo en Madrid en otras provincias. Ifema fue la descarga porque al menos estaban en una cama.

Ifema ¿fue buena idea?

Al principio en Madrid yo tenía la sensación de que se estaba haciendo muy mal, como en el resto de España. Yo no veo las noticias, pero por lo que te comentan.. Al final piensas que no se estaba haciendo tan mal. Ifema fue una idea muy drástica pero necesaria. No sé si es fruto de una mala gestión que se ha querido enmendar a tiempo o fruto de una buena gestión. Necesario, sí, pero no sé por qué se ha  llegado a ese punto. Ahora ya no tiene sentido Ifema, pero cuando llegué si tenía que controlar 50 camas, pues había 50 ingresos.

De 4.000 ingresos que hubo, fallecieron 17 personas...

Sí en ese sentido creo que lo hemos hecho muy bien. Yo tuve la suerte de que en mi control había gente joven (pacientes) cuando se te ponían muy malitos era más impactante pero por lo general tiraban todos para adelante. También eran pacientes moderadamente leves, excluyendo la UCI y allí  en Ifema tampoco podías meter a alguien muy malito porque no tienes los mismos medios.

¿Y los mayores? ¿Se los ha dejado ir?

A ver. En un estado de alarma lo que se hace es medicina de guerra y ya está. No se trata de olvidarnos de los abuelos es que los recursos son limitados. Entonces claro se pensó en el ¿qué podemos hacer por ellos? Y eso era que descansen agusto, que no sufran... que no haya un encarnizamiento terapeútico, es un término de bioética médica. No hay que hacer todo lo artificial para que esa persona siga viviendo hay que tener otros medios como son los cuidados paliativos para que esa persona que tiene que descansar, descanse tranquila y no siga sufriendo. Se ha enfocado a que los hemos dejado ir y si lo hemos hecho ha sido dejándoles ir bastante bien. Claro yo hablo de lo que yo conozco, del resto no puedo hablar. Y si alguien tiene que tomar esa decisión... yo no quisiera estar en su lugar. Es un poco el a quién eliges a tu padre o a tu hijo... No debería ser así, deberíamos tener todos todos los recursos al alcance. No estábamos acostumbrados. En la sanidad española había recursos para todos, para el prematuro y para el abuelo de 90. Por eso ha sido doble impacto: no estamos acostumbrados a que falte de nada.

¿Temen un repunte?

No hay información pública al respecto porque no hay nada al cien por cien. Lo que nos transmiten es lo contrastado y verídico. Ahora bien, lo del repunte por conversaciones entre compañeros, pues se espera que sí , para octubre si no es antes. Pero nada oficial, estamos a la expectativa. A ver cómo evoluciona todo.