Había cierta esperanza en estos días de puente en torno a la fiesta del Pilar, unas fechas tradicionalmente buenas para el turismo tanto de la capital como de la provincia, pero de nuevo la covid-19 ha marcado el triste devenir de los acontecimientos y con Madrid, nuestro principal emisor de turistas, bajo el estado de alarma... La situación ha dado un vuelco. La ocupación se va a quedar en un exiguo porcentaje del 25%, apunta el presidente de la Federación de Hostelería de Confae, Víctor Gómez. Y se ha quedado así tras una semana en la que las anulaciones de reservas han sido la constante, también las de última hora.

Será dice «el peor puente del Pilar que recordamos» pero claro hay que ser realistas y lo que falta es ese 75% que llega desde Madrid y que ahora por mor del estado de alarma no va a venir. Este puente de algún modo y de forma tradicional ponía el broche al verano y así se cerraba la campaña pero en esta ocasión no será por todo lo alto.

También es cierto que veníamos de unos años en los que el mes de septiembre y hasta la santa «eran especialmente buenos» y en este 2020 está claro que tampoco lo ha sido. Gómez apunta a que los porcentajes de ocupación se han quedado en un 30% en julio, un 27% en agosto y un 17%, en septiembre. Muy malos datos.

Explicaba Gómez que del mismo modo que ha habido anulaciones en habitaciones de hoteles también las ha habido en restauración durante los últimos días. 

No todo es negativo pues cierto es que no han venido turistas en demasía, pero también y así lo ha querido resaltar Gómez, los clientes de Ávila han respondido muy bien durante todo el verano y «es de agradecer».

Confiaba en que los abulenses vuelvan a salir a las calles en estos días festivos y en que se vea ambiente, pero estima que será no tanto como es habitual en un puente festivo y si más como un fin de semana «animado» y más teniendo en cuenta que será de los útimos en los que predomine el buen tiempo. Por delante queda mucha incertidumbre porque «ya sabemos lo largo y duro que es el invierno en Ávila». Para ese periodo habrá que empezar a plantearse acciones ya, pero «va a haber desagradables sorpresas en forma de cierres». 

Habrá que gestionar para «ahorrar en gastos y ser prudentes pero cada uno debe saber hasta dónde puede llegar y teniendo en cuenta que la hostelería es un negocio de muchos en Ávila «no va a haber para todos». «Septiembre ha sido malo -recordaba, pero aún no hemos llegado al pico, de hecho firmaríamos que los meses de octubre a febrero fueran como septiembre» y eso sin tener en cuenta que «todavía pueden confinarnos». Apuntaba que estamos en torno a los 400 contagios y que «un mal botellón o una mala fiesta con consecuencias en forma de positivos nos puede llevar a que nos cierren».

Esto es el panorama que deja la capital para un puente tradicionalmente bueno, pero ¿qué ocure en la provincia, en las casas rurales que este verano se han visto casi desbordadas en la demanda? Pues en cierto modo ha ocurrido lo mismo que en la capital, aunque desde la central de reservas Casas de Gredos, aseguran que el porcentaje de ocupación va a rondar el 30%. Ahora bien en su caso, más que anulaciones de reservas lo que no se ha producido han sido reservas de última hora, «los que estuvieron mirando ofertas días antes del puente al final no pudieron reservar al cerrarse Madrid».

Ese porcentaje de ocupación es una mala noticia porque «el año pasado estábamos en torno al 60%» es decir, ha caído a la mitad. En el caso de esos clientes, su procedencia es también de Castilla y León y muchos también de Andalucía y el País Vasco. 

Malos datos para esta festividad del Pilar confían desde la central de reservas en remontar un poco el vuelo en los siguientes puentes, el de Los Santos y el de diciembre, pues tradicionalmente son buenos.