«Me preocupan los bienes para los que no hay dinero»

I.Camarero Jiménez
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Profesor de Arte en la USAL y la UNED reconoce que no tenía vocación de historiador hasta que cursó una asignatura al respecto en COU y ahora dedica su vida, sin ninguna duda, a un campo que le llena en horario laboral pero también en su ocio

«Me preocupan los bienes para los que no hay dinero» - Foto: David Castro

Raimundo Moreno Blanco (Ávila, 1978) es profesor de la Universidad de Salamanca (USAL) en Ávila, concretamente de historia del arte y también enseña en la UNED. De esta conversación que les vamos a relatar sacamos una conclusión muy clara: se siente un privilegiado por hacer lo que hace y disfruta con ello y con las grandes posibilidades que le brindan sus quehaceres diarios. Y es que entre otras cosas le ha permitido trabajar codo con codo con gente a la que admira o, quizá mejor, que ha empezado a admirar después de trabajar con ellos y con los que en multitud de casos ha forjado una muy buena amistad.
Aquí no puede por menos que referirse a una larga etapa en Segovia, una ciudad de la que guarda gratísimos recuerdos y a la que llegó para ponerse manos a la obra con la Enciclopedia del Románico en Castilla y León. Vivía con las otras cuatro personas que tenían que sacar adelante la publicación y fue, a tenor de lo que cuenta, una experiencia única, de mucho trabajo, pero también de amistad que perdura. 
 Su labor como historiador le permite moverse en diferentes facetas y de todas ellas saca conclusiones en positivo. ¿Quién diría que Moreno llegó a estudiar esta carrera casi por casualidad? Puesto que (reconoce)  «no tenía vocación». No tuvo claro a qué se quería dedicar hasta que no empezó sus estudios de Bachillerato (en el Alonso de Madrigal), pero una vez iniciados le picó una inmensa curiosidad que sigue ahí, intacta y hambrienta de saber y más desde que cursó Historia del Arte en esa Universidad de Salamanca en la que ahora trabaja. 
Teníendole en frente no podemos por menos que preguntarle por lo ocurrido en París, por el incendio de Notre Dame y aunque reconoce que es una tragedia y que le preocupa muestra mayor preocupación desde luego por aquellos "bienes para los que no hay dinero", sin ir más lejos Las Gordillas. 

 

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza sobre Ávila?

La vista desde el Norte o el Este, con los perfiles de los edificios históricos en primer plano y al fondo El Zapatero y La Serrota con nieve en invierno.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

Su inmediatez; la posibilidad de poder pasar de un casco histórico monumental al campo en muy poco tiempo.

¿Y lo que menos?

Cierta actitud conformista y autocomplaciente en que en ocasiones caemos sus habitantes.

Un lugar de la ciudad para perderse

Cualquiera de sus muchas arquitecturas históricas… quizás el monasterio de Santo Tomás y la soledad de sus claustros. Aunque también El Soto en primavera u otoño.

Un recuerdo de su infancia.

Los veranos en que acampábamos con mi familia en Gredos.

Un personaje abulense que le haya marcado.

Mi padre, una persona buena en el sentido más amplio de la palabra. En el campo profesional, José Luis Gutiérrez Robledo, por su profundo conocimiento, su generosidad y amistad.

El mayor cambio que necesita Ávila es...

Conseguir un tejido industrial potente que sea capaz de ofrecer puestos de trabajo de diferentes cualificaciones y de convivir con los pequeños negocios. Ser capaz de ofrecer futuro. Mejorar sus infraestructuras y comunicaciones.

Tiene que mantener.

El aire de cercanía entre sus gentes que se vive al salir a la calle.

¿Qué le parece la ciudad hoy en día?

Creo que se encuentra en un momento más importante de lo que a priori puede parecer, puesto que si no se invierte la tendencia negativa que mantiene en los últimos años se va a ver muy reducida a todos los niveles.

¿Cómo ve la ciudad en el futuro?

Ojalá sea una ciudad moderna, bien comunicada, y con estructuras y servicios públicos acordes a sus necesidades. Una Ávila en la que sepan convivir pasado y futuro. Una ciudad humana, dinámica, culta, crítica y ecológica.

¿Qué puede aportar usted a la ciudad?

En la medida de mis posibilidades, profundizar en la investigación sobre su patrimonio arquitectónico y artístico para darlo a conocer.