El 'violador del ascensor': «Me arrepiento de haber nacido»

SPC
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Pedro Luis Gallego confiesa los secuestros y violaciones de Madrid en 2016 y 2017

Pedro Luis Gallego, durante su declaración en la Audiencia Provincial de Madrid - Foto: Emilio Naranjo

Pedro Luis Gallego, conocido como violador del ascensor, pidió ayer perdón varias veces a las cuatro víctimas por las que fue a juicio así como al resto, asegurando que es víctima de sí mismo por «un impulso» que no puede controlar y para el que ha pedido ayuda.

El acusado hizo uso del derecho a la última palabra en el juicio que se celebró en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid, en el que el fiscal pide 96 años de cárcel por la violación de dos mujeres y otros dos intentos en 2016 y 2017 en las cercanías del hospital La Paz de la capital. Gallego ya fue condenado en su momento a 273 años de cárcel por el asesinato de Leticia Lebrato, de 17 años, en Valladolid, y de Marta Obregón, de 19, en Burgos, además de otras dieciocho agresiones sexuales. En 2013 quedó en libertad gracias a la derogación de la doctrina Parot, por la que debería haber estado en prisión hasta 2022.

El juicio se resolvió durante la mañana ya que el acusado se declaró culpable al inicio, tras lo que las acusaciones particulares renunciaron a la práctica de las pruebas en la sala y solo declararon las cuatro víctimas -a puerta cerrada y con biombo para no ver al agresor- y la instructora del caso de Policía Nacional, como informa Efe.

La Fiscalía mantuvo su petición de 96 años de cárcel para Gallego, pero solicitando que cumpla efectivamente 25, sin beneficios penitenciarios, y además que durante diez años más no pueda estar en la Comunidad de Madrid. Las letradas de las víctimas se adhirieron a esta petición del fiscal, al igual que la defensa de Gallego, que además solicitó ayudas para su representado.

«Le hablo con el corazón en la mano, sabiendo que me voy a morir en la cárcel», dijo al tribunal con semblante sereno, y añadió: «Estoy arrepentido de todo lo que he hecho e incluso de haber nacido». «Que me entiendan a mi también porque yo me considero una víctima de mí mismo. Tengo un impulso que no puedo controlar», aseguró tras manifestar que tiene un problema psicológico del que no ha sido tratado específicamente, a pesar de solicitarlo, y para el que pidió ayuda. «Mi problema es más profundo», recalcó.