Iker sueña con ser Policía Nacional. Para él, no hay nadie como los que visten de azul marino y nos protegen de los ‘malos’ cada día. Ahora, el ‘malo’ se llama coronavirus e Iker lo sabe bien. Lleva metido en casa semanas, como tantos otros niños, para plantarle cara al bicho.

Así que, también como tantos otros pequeños en todo el mundo, busca ocupar su tiempo haciendo lo que más le gusta. En su caso es pintar. Así que hace unas cuantas semanas decidió unir sus dos pasiones (la Policía Nacional y la pintura) y comenzar a realizar sus pequeños pero enormes homenajes a los que, vestidos de uniforme, luchan también como él contra el virus.

La historia, que ha llevado a Iker a conocer a miembros de distintos colectivos, nos la cuenta su madre, Virginia. «A Iker le encantan los ‘playmobil’, y como le apasiona la policía, pues los tenemos todos. También de los bomberos, ambulancias...».Así que un día colocaron todos esos juguetes juntos y los reunieron en una foto a la que añadieron un cartel para dar ánimo a toda España.

El pequeño ángel de los que visten de uniformeEsa foto llegó a manos de una amiga de Virginia, policía de profesión, que se la envió a otro compañero del cuerpo.

Así pudo Iker hacerse una primera fotografía con sus héroes, los que visten de azul, que fueron en persona a recibir el dibujo que ya les había preparado.

Posaron en un ‘photocall’ que la familia de Iker ha colocado en el portal de casa y en el que esperan poder fotografiarse pronto con todos sus vecinos, que también cuentan en su haber con alguno de los dibujos de Iker.

El pequeño ángel de los que visten de uniformePorque el dibujo de la Policía Nacional no ha sido el único que ha preparado nuestro pequeño artista de hoy. Qué va. Iker se puso manos a la obra y se propuso no dejar a nadie sin sus obras de arte.

Guardia Civil (representada por el Seprona), Protección Civil, personal del servicio de limpieza de FCC, trabajadores de supermercados, como su madre... todos han recibido el cariño de este pequeño alumno del colegio Juan de Yepes, que trata de vencer la añoranza por las aulas de esta preciosa manera.

Iker ha tenido la inmensa suerte de que representantes de todos estos colectivos se han acercado a su casa para recibir en mano sus trabajos, ilustraciones que sus padres imprimen en casa y que después él colorea con todo su cariño.

«Es a él al que se le van ocurriendo sus dibujos», nos aclara su madre, que atiende las peticiones del pequeño a la hora de dar al botón de imprimir para que pueda ponerse manos a la obra.

Con todas las fotos que estos días Iker se va haciendo en el portal (con su sonrisa y las de sus acompañantes ocultas detrás de las mascarillas) sus padres quieren prepararle un álbum que le quede de recuerdo de unos días especialmente duros pero en los que él logró animar a muchos abulenses. Bien por Iker.