Tres detenidos por explotar sexualmente a cuatro mujeres

SPC
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Captaban a las mujeres en Brasil, ofreciéndoles trabajo como cuidadoras de niños, y una vez en España eran obligadas a ejercer la prostitución

Tres detenidos por explotar sexualmente a cuatro mujeres

Agentes de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Comisaría Nacional de Policía de Salamanca detuvieron a tres personas, una mujer y dos hombres, por un presunto delito de trata de seres humanos al explotar sexualmente a cuatro mujeres de nacionalidad brasileña en Salamanca.

Junto a funcionarios del Grupo I de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, los agentes desarticularon una trama delictiva dedicada a la comisión de delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, además de relativos al tráfico de drogas y el blanqueo de capitales, informó la Policía Nacional de Salamanca.

La investigación se inició tras recibirse la declaración de una de las víctimas, que fue captada en Brasil y traída a España con la falsa promesa de trabajar cuidando niños. Una vez en territorio nacional, fue coaccionada para trabajar ejerciendo la prostitución, indicándole que era la única forma de pagar la deuda que había contraído con la organización.

Así, y fruto de la investigación, los agentes averiguaron que las víctimas eran captadas en Brasil entre las conocidas de la principal implicada, de la misma nacionalidad. Una vez que las primeras aceptaban venir a España a trabajar, ella les organizaba el viaje, acompañándolas personalmente en el vuelo, y aleccionándolas de cómo debían comportarse para no tener problemas en el control de entrada.

Además, para que les resultara más fácil superar el filtro policial donde se examina su documentación, utilizaban en su trayecto vuelos con escala en otros países del Espacio Schengen. A su llegada a España, eran recogidas en el aeropuerto por un familiar de la cabecilla de la organización y trasladada al piso donde iban a ser explotadas.

Las mujeres debían estar disponibles para los clientes las 24 horas del día y realizar todos los servicios que éstos demandaran. Todo el dinero que ganaban lo tenían que entregar a la mujer quien, en teoría, al final de la semana debía devolverles la mitad del importe obtenido, aunque les detraía cantidades por distintos motivos, de manera que en esas condiciones nunca iban a llegar a pagar la deuda.

Las ganancias obtenidas se enviaban a Brasil al encargado de las finanzas de la trama, a través de empresas de envío de dinero. Además, cuando los clientes así lo demandaban, las mujeres eran obligadas a consumir sustancias estupefacientes, proporcionadas por la organización, que ellas debían pagar.