Navalmoral se volvió a convertir en el centro de las encajeras con una reunión anual que se convierte de nuevo en un éxito con la participación de unas 240 personas que acudieron a la localidad desde Madrid, Burgos, Cartagena, Toledo y Ávila. Con la escultura de las encajeras en la plaza como testigo mudo se desarrolla una jornada en la que se pueden ver las labores de las manos de las encajeras (también algún hombre) y también se aprovecha para vender los productos necesarios para estas labores.

La artífice de este encuentro, y que celebrará 20 ediciones el próximo año, es Paquita Muñoz, que agradeció la presencia de los asistentes y recordó que ella continúa con la organización porque quiere "vivir el encaje".

Sobre sus inicios recordó el descubrimiento de que Santa Teresa había hecho bolillos y de ahí comenzó su afición cuando fue a Madrid a prepararse.

Sí que lamentó que el encuentro no se siga realizando en la capital.