La hostelería, contra un posible pasaporte covid

I.C.J.
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Implantar este certificado «justo ahora que las empresas están comenzando a levantar cabeza no es viable», ha manifestado Fernando Alfayate, presidente del gremio abulense

Terraza hostelera en Ávila - Foto: Isabel García

Recientemente Castilla y León anunció que podría estudiar «el modelo de pasaporte covid», aplicado en comunidades como la gallega, para acceder a la hostelería por si fuera necesario ante un aumento de los casos y de la mortalidad, como alternativa a una medida más «dolorosa o dramática» de cierres de los negocios.

Un anuncio que no ha sentado nada bien en la Federación de Hostelería Abulense, ni tampoco a la Asociación de Turismo Rural,  que ha enviado en la mañana de jueves un comunicado conjunto dando cuenta de su opinión.

Así los hosteleros han manifestado su malestar ante la posibilidad de tener que llegar a pedir el pasaporte covid, que acredite que los clientes están vacunados. Para el presidente del gremio, Fernando Alfayate «no es el momento» de plantearse la imposición de esta medida, que entiende como «una restricción más que, como siempre, va a acusar la hostelería y por tanto muchos sectores asociados a ella».

Implantar el pasaporte «justo ahora que las empresas están comenzando a levantar cabeza no es viable». Consideran que este planteamiento de exigencia de vacunación para permitir la entrada en los establecimientos hosteleros es en definitiva «un control más», que no tiene en cuenta a los empresarios ni al cliente. «Los empresarios se van a encontrar con tener que desempeñar una tarea más, que no es de su ámbito laboral, añadida a las decenas de ellas que tienen que hacer en el día a día. Supone un gasto de personal y de tiempo del que no disponemos, debido en buena parte a la situación provocada por los cierres impuestos los pasados meses. Eso sin contar el choque que supone para el cliente en el momento de acudir a un local, que por otra parte puede estar sin vacunar por razones de distinta índole, que en cualquier caso entran dentro del derecho a su privacidad».

En los últimos tiempos, continúa l a nota de prensa la hostelería y el turismo rural han comenzado a «revivir, gracias a los datos, la reducción de contagios y el alivio en las restricciones, sin que por ello haya habido repuntes importantes hasta el momento. Siempre hay que pedir la colaboración de la gente, que continúen cumpliendo las medidas de seguridad como la mascarilla o la higiene en nuestros establecimientos, pero plantearse establecer el pasaporte, sin tener en cuenta la opinión de la hostelería, además, es volver un paso atrás para nuestros negocios y no podemos soportar más restricciones ni cierres.  Optamos por supuesto por un control, siempre por parte de quien debe hacerlo, en otros ámbitos como puede ser el botellón».

El comunicado recoge también la opinión de los responsables abulenses en la Asociación de Turismo Rural y en este sentido lo tildan de «paso atrás» y estiman que supone frenar «el buen ritmo que coge la recuperación económica, lenta pero paulatina». «Los negocios en los pueblos son pequeños, hoteles, casas rurales y restaurantes», comenta Daniel Pérez, presidente de la asociación . Y  por eso «no podemos exigir o exigirnos también estar haciendo la labor de controladores con nuestros clientes y en nuestro negocio. Además, esto es una manera de incluir de nuevo medidas restrictivas que, finalmente, recaen para variar en la hostelería. El mundo rural está gravemente perjudicado como para que además tengamos que soportar más imposiciones, en el caso de que el pasaporte covid salga adelante».

Asegura además que este tipo de planteamientos «se hacen excusándose en que también se hace en otros países europeos, cuando precisamente también en esos países ya han gestionado la llegada de ayudas. No puedes ser que para unas cosas nos comparemos con algunos Estados, y para otras cosas no».

Y es que Pérez no entiende cómo todavía no han llegado las ayudas directas, que sobre todo acusan los establecimientos más pequeños, que aún las esperan. «Ha llegado alguna subvención, pero las ayudas parecen haber desaparecido. En otros casos, algunas de las condiciones para obtenerlas son totalmente ridículas, como por ejemplo tener pendientes pagos a proveedores. No lo entendemos. ¿Nos endeudamos para poder pagarlos y hacer frente a los gastos provocados por las restricciones impuestas por los gobiernos y ahora no podemos acceder a las ayudas? Estamos recuperándonos y vamos a tardar en hacerlo del todo. No podemos dar ni un paso atrás», afirma Pérez.

Tras un buen verano y unos puentes de otoño con afluencia positiva en el turismo rural, este puente de los Santos, se prevé sin llenos, pero sí reservas de uno o dos días, en vez de tres. Las lluvias y el frío «pueden estropear en el último momento las  salidas», pero desde ATRA animan a aprovechar también ese clima «para pausar el ritmo de vida y disfrutar realmente del tiempo de ocio y de gastronomía de la tierra abulense sin prisas»

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