González Canalejo ya es cronista oficial de El Barco

Redacción
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Quien fuera alcalde de la localidad durante 12 años sustituye al fallecido José Luis Gutiérrez Robledo en este cargo y entre sus principales cometidos destaca el mantenimiento e impulso del archivo municipal

González Canalejo ya es cronista oficial de El Barco

El Espacio Cultural de El Barco de Ávila ha sido escenario este sábado 17 de abril del acto de entrega de la distinción como nuevo Cronista Oficial de la Villa a Antonino González Canalejo, quien en su toma de posesión ha realizado un detallado repaso de la historia y costumbres del municipio en una conferencia titulada “El Barco de Ávila. Villa culta, laboriosa y de concordia”.

Buen conocedor de la localidad de la que fue alcalde a lo largo de doce años, Antonino González Canalejo ha subrayado el “compromiso con la búsqueda de un futuro mejor para todos” que, desde un “clima de respeto y tolerancia”, caracteriza a cuantos residen y trabajan en el municipio, circunstancia “muy valorada por las personalidades que visitan la comarca”.

El nuevo garante de la historia de El Barco, que tendrá entre uno de sus cometidos el mantenimiento e impulso del archivo municipal, ha recordado durante su intervención como el municipio “pasó de ser una villa medieval a convertirse en una población contemporánea durante el reinado de Isabel II”.

Y ello porque, desde su punto de vista, la sociedad barcense asumió las ideas regeneracionistas que triunfaron en las grandes ciudades españolas con el propósito de resolver la crisis de identidad derivada de la pérdida de protagonismo internacional de nuestro país y acercarse más a Europa”.

También ha significado la apertura al mundo que, a su juicio, supuso la mejora de las vías de comunicación, en un proceso que transformó la trama urbana del municipio y que, entre los años 1850 y 1910, permitió que duplicara su población y superara por primera vez los 2.000 habitantes”.

A dicha transformación, según ha puesto de manifiesto, contribuyó la “privilegiada situación de centralidad geográfica” del municipio con respecto a los pueblos de su territorio, creando así un “poderoso sector comercial” que convierte a El Barco de Ávila en un “núcleo de servicios”, mientras en las localidades del entorno persisten las actividades agrícolas y ganaderas.

En opinión de Antonino González Canalejo, la “clave del éxito” de El Barco de Ávila radica en su capacidad para diversificar la economía y para desarrollar todos los sectores de una manera “equilibrada”.

En este sentido se ha referido, en el sector primario, al cultivo de un producto de calidad, la alubia, que actualmente tiene la denominación de Indicación Geográfica Protegida, mientras que del sector secundario ha resaltado las fábrica de paños, la fábrica de harinas, el aserradero y la energía eléctrica basada en la explotación de los cursos de agua.

La aparición y desarrollo del turismo gracias a la proximidad de la Sierra de Gredos y a las medidas que pone en marcha la Comisaría Regia del Turismo son los aspectos que ha destacado del sector terciario el nuevo cronista, quien también ha tenido palabras de reconocimiento al avance que supuso en El Barco de Ávila la mejora de servicios como la educación, tanto pública como privada, y la sanidad.