No iba ser el desplazamiento al Francisco Rubio sencillo. Ni antes, cuando el temporal Filomena obligó a cambiar los planes marcados por el calendario, ni mucho menos ahora, cuando las lesiones asolan a la plantilla de José Alberto Fernández Somoza, que tendrá que reinventar su equipo para plantar cara a uno de los aspirantes a las tres primeras posiciones. Llega el equipo de Carlos Ortega tocado tras su paso por el Adolfo Suárez, donde el Real Ávila recuperó aquello que era suyo y que quiere volver a tener en sus manos el filial soriano. De ganar este miércoles volverá a la Fase de Ascenso, aunque con un partido más que los encarnados.

Necesitan los sorianos los puntos como los quiere el Colegios Diocesanos UCAV, aunque la pregunta es el cómo. Porque entre las numerosas bajas se dibujan los nombres de Ángel Encinar, Héctor Pose, Mario Velayos,PabloNegro, MarioHidalgo,Moreta, Dani o Víctor por sanción. Bajas «que se nos acumulan en la zona defensiva y del centro del campo» explicaba Somoza en el último entrenamiento del equipo. Una plaga de lesiones «que no sólo te lastran sobre el campo», pues muchos de ellos son jugadores del peso en el equipo y habrá que reubicar jugadores fuera de su posición, sino «psicológicamente» ante la plaga que están sufriendo los colegiales en las últimas semanas. «Lo que me preocupa es volver con más gente tocada».  

Aunque el temor es evidente, Somoza tiene claro que «vamos a competir. No tenemos nada que perder. Ellos son un buen equipo. Junto a la Segoviana, uno de los equipos que mejor juegan. Sabemos que allí vamos a sufrir, que nos harán trabajar mucho, pero tenemos que ser valientes. El fútbol en ocasiones es caprichoso. Debemos aprovechar nuestras fortalezas en ataque» señala.

Segundo partido en un tramo de calendario en el que, en quince días se habrá medido al Mirandés B, Numancia B, Bupolsa, Real Burgos y Real Ávila. Debe aguantar el tipo. Toca ser prácticos, pelearlos todos pero con pragmatismo. Con las visitas del Bupolsa y Real Burgos al Sancti Spíritu, si hay que apostar fuerte, que sea ante rivales directos.