La Junta aprobó su adhesión al Fondo de Facilidad Financiera, que ha asignado a Castilla y León 224,46 millones para cubrir las necesidades de endeudamiento correspondiente al primer trimestre de 2020. El vicepresidente y portavoz del Gobierno autonómico, Francisco Igea, destacó que el acceso a este crédito en condiciones ventajosas se produce por «haber cumplido los objetivos de estabilidad».

El Consejo de Gobierno dio luz verde a esta financiación en buenas condiciones, ya que el préstamo contará con un plazo de 12 años (incluyendo cuatro años de carencia) y un tipo de interés equivalente al coste medio de la deuda del Estado a un tiempo equivalente, según explicó Igea.

Cabe recordar que en julio del pasado año 2019, la Consejería de Economía y Hacienda solicitó la adhesión de Castilla y León al mecanismo para cubrir las necesidades de endeudamiento para 2020, al cumplir la Comunidad los requisitos previstos. El Ejecutivo autonómico adoptó esa decisión tras considerar «los potenciales beneficios» que se podrían obtener en el ahorro de intereses y al no ser necesaria la elaboración de un plan de ajuste. 

Asimismo, la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos acordó el pasado 31 de enero la distribución de los recursos y asignó a Castilla y León la cuantía que asumió ayer de ese fondo.

Las autonomías que pueden optar a este fondo son aquellas que cumplen los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública, además de que el pago a proveedores no sobrepasa en más de 30 días el plazo máximo previsto en la normativa sobre morosidad. En este sentido, Castilla y León cumplió en el año 2018 todos los requisitos citados, por lo que cubre las necesidades de deuda del primer trimestre en condiciones favorables, como destacó el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, tras la habitual reunión de los jueves del Consejo de Gobierno.