Este miércoles, coincidiendo con el 7 de abril se ha celebrado el Día Mundial de la Salud y lo ha hecho bajo el lema ‘Construir un mundo más justo y saludable’. En ese contexto Cruz Roja ha querido reflexionar desde su experiencia de tratar con los más vulnerables de la sociedad. En este sentido ha sacado varias conclusiones y una de ellas es que «las desigualdades repercuten de forma más clara en la salud de las personas, especialmente de las más vulnerables». Ha tanteado la opinión de aquellos con los que trabaja y a los que atiende y ha sacado como conclusión que el 56,7% de las personas que están en el Plan Responde (puesto en marcha con motivo de la pandemia) afirma tener un estado de salud regular, malo o muy malo y en cualquier caso el 35,2% señala que ha empeorado en este tiempo.
Es importante esta opinión en Ávila pues aquí Cruz Roja en el ámbito específico de la salud ha atendido a 6.063 personas -2.053 hombres y 4.010 mujeres- a las que ha dado 14.943 respuestas (ya sea a modo de asesoramiento, medidas preventivas, entrega de alimentos, medicamentos y mascarillas o traslados a centros sanitarios). Si bien la atención ha sido mayor si tenemos en cuenta el Plan Cruz Roja Responde frente a la covid-19 que ha sido de 10.786 personas a las que se ha dado 30.457 respuestas (hablamos de socorros, inclusión social, salud, educación, empleo y medio ambiente). A ello se suma el teléfono de atención psicológica con el que se ha llegado a 28 personas (es el servicio Cruz Roja Te escucha). Esta casi treintena de personas son sufridores directos de las consecuencias de la pandemia bien porque han perdido a seres queridos y no han podido despedirse o por ser personal sanitario de primera línea o porque han perdido su empleo.
Sabe la organización de lo que habla pues entre las personas que ha atendido el 33,5% ha sido afectado por la covid de un modo cercano y casi un 16% lo ha sufrido en primera persona.
Un mundo desigual. Una salud en general que empeora es la principal conclusión, pero es que además los trastornos psicológicos y emocionales se han visto también afectados por la pandemia. Cuantifican en que el 66% de las personas que atienden tienen problemas emocionales siempre o la mayor parte del tiempo. Preocupación, tristeza o depresión son los estados de ánimo negativos más extendidos. Además el 34% de sus encuestados tienen dificultades para dormir.
Todo ello se desprende de su boletín sobre la vulnerabilidad social ‘El impacto de la covid-19 en la población atendida por Cruz Roja a través del Plan Responde’.
Para ellos la conclusión es que claramente nuestro mundo y sociedad es desigual y esas desigualdades repercuten de forma clara en la salud de las personas, más aún en el caso de las más vulnerables.
Esto se puede prevenir y por ello es clave «seguir trabajando para garantizar la equidad, como pieza central en la salud individual y comunitaria y, en consecuencia, en la recuperación de la covid» apunta Cristina Gerrero, del área de Salud de Cruz Roja España.
Entienden que las desigualdades son la mayor epidemia y suponen la mayor amenaza para la salud de la población. De cara a mejorar la salud hay que contar, afirman «con adecuados recursos sanitarios y fundamentalmente con la reducción de las desigualdades vinculadas a los determinantes sociales de la salud».