¿Cual puede ser el secreto para llegar a los cien años? Y de hacerlo, sobre todo, en buen estado de forma. ¿Comer bien? ¿Hacer ejercicio? ¿Vivir feliz? Sin duda, estos tres factores cuentan a la hora de ir sumando años. De hecho, los tres han influido, seguro, en que nuestra protagonista de hoy, Sor Feli, haya cumplido un siglo de vida.

Sor Feli come tres manzanas cada día. No usa para nada el ascensor. Y, sobre todo, se siente querida por su comunidad. Porque Sor Feli es Hermana de la Caridad. Durante los últimos 48 años ha vivido en Ávila. De hecho, fue profesora de lo que entonces se conocía como Párvulos (ahora Educación Infantil) durante décadas en el colegio Milagrosa Las Nieves, que este miércoles se volcaba con ella en la celebración de un cumpleaños tan especial y redondo.

Siempre sonriente, caminando sin ayuda y algo sorprendida, Sor Feli salía al patio del colegio donde la esperaban cientos de niños y escuchaba el cumpleaños feliz cantado por la gran familia de su colegio, su casa, durante casi medio siglo.

Sor Feli, la profesora de los peques, cumple cien años - Foto: David CastroDesde los pequeñitos de dos años a los mayores de ESO, pasando por profesores (muchos de ellos, alumnos a su vez de Sor Feli) y demás personal del colegio, se unieron en una sola voz para recordarle a Sor Feli lo que la quieren y lo importante que es para todos.

Y ella, tímida y humilde, sonreía ante tanto halago y cariño. «Estoy dando gracias a Dios de la mañana a la noche», decía a Diario de Ávila antes de salir al patio donde, por cierto, también la esperaba el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, que quiso llevarle un ramo de flores en nombre de todos los abulenses.

Sor Feli, burgalesa de nacimiento, cuenta que lleva a Ávila muy dentro. «Ávila, París, Londres», bromeaba sobre la importancia que para ella tiene la ciudad que la recibió después de haber pasado por Galicia o Madrid.

Sor Feli, la profesora de los peques, cumple cien años - Foto: David CastroNos contaba también Sor Feli que recuerda con mucho cariño a las señoritas Inés y Mari Carmen, compañeras en las aulas, y que después de toda una vida dedicada a la docencia y a la oración, ahora disfruta de un día a día tranquilo, marcado por su misa diaria (que eso sí, sigue en la televisión, porque, nos dice, «no salgo a la calle ya») y por los pequeños paseos que da por el conocido colegio.

De ella, sus compañeras, destacaban su sonrisa y su amabilidad.  «Ella sigue el horario de la comunidad», nos chivaba Sor Elena, directora del colegio, muy emocionada también de poder brindar a Sor Feli el homenaje que se merece.

Un homenaje, por cierto, en el que además de escucharse hasta en dos ocasiones el cumpleaños feliz, se incluyó la lectura de una carta, leída a dos voces por una alumna y una profesora, Sonia, antigua alumna de Sor Feli. «Te damos las gracias con mucho cariño por haber pasado por tu vida haciendo el bien», le decía la pequeña estudiante. También, de entre las muchas cosas bonitas que ayer se dijeron a Sor Feli, nos quedamos con otra de las frases de la carta. «Con tu trabajo, con tu vida, has contribuido al crecimiento del cole. Gracias por compartir tus vivencias», le decían.Y nosotros, desde aquí, nos sumamos a esas palabras