Los derbis en el Sancti Spíritu son cosa del anfitrión, de un Colegios Diocesanos UCAV que suma por victorias los que ha disputado. Tumbó al Real Ávila con el coraje y la energía que le faltó a los encarnados y se impuso a la Cultural Deportiva Cebrereña con la eficacia de quien parece haber entendido de lo que consiste la Tercera División. Los de Somoza supieron llevar a su terreno a los culturalistas, que nunca se encontraron cómodos en un encuentro en el que siempre dieron la sensación de remar contracorriente y en el que acusaron como una losa demasiado pesada los tantos de los colegiales, en especial los de Juli y Nacho, que confirmaban por adelantado un triunfo que remataría Sergio en una tarde de perros –viento y lluvia– de la que el equipo de Somoza sale especialmente reforzado. No sólo son los nueve puntos de los últimos 12 disputados, sino la sexta posición en la clasificación y el colchón que empiezan a amasar frente a sus rivales. Yno sólo para pensar en la pelea por la permanencia, de la que no se olvidan y que cada jornada que pasa se complica un poco más a la Cebrereña, sino en cotas mayores.
Se anunciaba lluvia y lluvia tuvo el primer derbi entre colegiales y culturalistas en el Sancti Spíritu. Después de verse las caras en dos ocasiones en El Mancho Ángel Sastre, y ambas con empate, tocaba devolver la visita. Y como anfitrión comenzó el Colegios Diocesanos UCAVimponiendo su ley. Escondió la pelota a la Cebrereña y se propuso probar a Gordo de todas las maneras. Le engañó Sergio –minuto 10– cuando Nacho le servía un gran pase al corazón del área que dejó pasar entre las piernas esperando el remate de Mayorga, que venía por detrás pero con la compañía de Juanma. Volvería a probar el ‘22’. Primero en un disparo al lateral de la red, después de una falta directa. Sumaba ocasiones el extremo como lo hacía Víctor, que de volea quiso poner la rúbrica al intento de gol olímpico de Encinar.
Estaba el partido en manos de los colegiales cuando reaccionó la Cebrereña. Bajó la presión de los locales y encontraron espacios Grillo y Pakato. Y de las botas de éste llegaría la mejor de los de Pepe García. Se la birlaba a Sergio –minuto 32– en el centro del campo para lanzarse en tromba. Se entretuvo en el pase y se metió Terleira en fuera de juego. Le costó entrar en juego al ‘9’ culturalista, que volvería a gozar de una nueva ocasión –minuto 38– tras una gran dejada de Guille de cabeza dentro del área. Se había igualado el partido en el tramo final de una primera parte que se cerraría antes del paso por vestuarios con la última del Diocesanos. Apretó Sergio a Grillo, que se la robó en la medular para filtrar el pase a la carrera de Juli. Balón de gol y disparo cruzado que Gordo despejaba con los pies.
Las hubo claras, pero no llegó el gol. No lo fueron tanto en la segunda, y llegaron tres. Cosas del fútbol. La había tenido Juli en el cierre de la primera mitad pero se guardó el tanto para el inicio de la segunda. Falta lateral que se pedía el ‘7’ y lanzamiento directo que se envenenaba. Le pilló a contrapié a Gordo, que quiso rectificar a una mano mientras el balón ya atravesaba la línea (1-0, minuto 52) entre el barullo. El gol le dio aliento al Colegios Diocesanos y se lo quitó a la Cebrereña, que fue perdiendo su sitio sobre el césped. Intervino Pérez al límite cuando Fer, tras pase de Juli, llegaba con todo para rematar en el área pequeña ante Gordo, pero nadie pudo intervenir ante el gol de Nacho. Lanzamiento de córner –minuto 58– al segundo palo y el lateral remató con todo. De haber habido un muro lo hubiera derribado. Cabezazo inapelable para firmar el 2-0 y desnivelar definitivamente un partido que ya se movía entre el frío, la lluvia y el viento.
Buscó la Cebrereña acortar distancias en el ida y vuelta. Los colegiales ya sin Encinar, Mayorga y Héctor, los tres lesionados y tres ‘problemas’ a futuro para Somoza, que recuperó a Moreta, otra vez sobre el césped junto a Oli.
Se fue desinflando el equipo de Pepe García con el paso de los minutos y acabaría por hacerlo –minuto 65– con el 3-0. Se lió Gordo en el despeje y le sacó partido Juli, que tras hacerse con el cuero se la cedía atrás a Sergio para que hiciera el tercero a puerta vacía. Se acabó el partido. Aún quedaban más de 20 minutos por delante, aun lo buscaría Guille, tras una preciosa ruleta en el área rival, o Terleira, con una chilena en la que reclamó penalti por posible agarrón, pero lo cierto es que el duelo estaba más que decidido y en manos de los de Somoza, que no saben lo que es perder un derbi en el Sancti Spíritu.