Castilla y León descarta el cierre de los centros educativos a pesar de la virulencia de la tercera ola y solo se contemplaría en el caso de un confinamiento «general» como ocurrió en marzo del año pasado, cuando se declaró el estado de alarma en toda España por la pandemia de la covid-19, y que mantuvo colegios e institutos cerrados el resto del curso. La consejera de Educación, Rocío Lucas, reconoció ayer que desde su departamento y el Gobierno autonómico descartan el cierre de los centros educativos al considerar que son entornos seguros y responsables, y manifestó que la Junta coincide con la postura del Gobierno central, ya que ayer la ministra de Educación Isabel Celaá, subrayó que el Ejecutivo de la Nación no se plantea o tiene previsto recomendar el cierre de los colegios al precisar que los datos avalan que son entornos seguros.
La titular autonómica de Educación aprovechó la presentación de las novedades del programa ‘Releo Plus’, Lucas para reconocer que, tras la vuelta de las vacaciones de Navidad, ha habido un mayor impacto de la pandemia en los centros educativos, con un incremento de la aulas cuarentenadas, que está relacionado con el aumento de la incidencia del virus en la sociedad y en las calles. En todo caso, dejó claro que las aulas cuarentenadas hasta ahora no llegan a un porcentaje para considerar que es un elemento que «incide» de forma importante en la propagación de la covid-19. No en vano, precisó que las 368 aulas cuarentenadas a día de hoy suponen el 2,1 por ciento de las 17.000 existentes en toda la Comunidad.
Además, la consejera añadió, según recogió la Agencia Ical, que la positividad de los alumnos al existir un contacto estrecho tampoco es elevada, al superar apenas el 2%, tal y como ha quedado demostrado en los cerca de 6.000 test de antígenos realizados a personal y alumnos después de la Navidad. Con estos datos, Rocío Lucas significó que la obligación de la Junta es garantizar un derecho esencial y fundamental como la educación, y recordó que el cierre de los centros en marzo se produjo en un entorno «muy distinto» al existir un confinamiento general.
Medidores de CO2
Por otra parte, la consejera anunció que los colegios e institutos de Castilla y León comenzarán a recibir los medidores de CO2 a lo largo de la próxima semana, una vez que se han adjudicado los diferentes contratos. De esta manera, precisó, los centros educativos podrán mejorar la ventilación de las instalaciones, lo que influirá en el confort térmico dentro de las aulas, sobre todo los días en que la temperatura exterior es baja. Lucas reconoció que hay un problema de stock en el mercado internacional, por lo que los medidores no llegarán «de golpe a las 17.000 aulas existentes en la Comunidad. «Una parte importante de centros contará la próxima semana con estos aparatos y puedan hacer el control de cuándo es mejor abrir las ventanas en función de la parametrización de las clases y así favorecer una adecuada ventilación», declaró durante la rueda de prensa.