Recién estrenada la pretemporada de 2020, con los entrenamientos en Cheste de esta semana, Marc Márquez aterrizó ayer en Madrid para presentar una colección de monos históricos de Repsol que conmemoran los 50 años de la petrolera «apoyando el deporte». Un acto que el vigente campeón de MotoGP aprovechó para repasar la actualidad de las dos ruedas, marcada por la retirada de su hasta ahora compañero Jorge Lorenzo y su sustitución en el equipo por su hermano Álex que, tras ganar el título de Moto2, competirá el próximo año en la categoría ‘reina’.

«Nunca he vetado ni he forzado a Honda para tener un compañero de equipo u otro. Eso es cosa de la escudería. Esta vez se creó esta situación especial con la retirada de Jorge y ellos reaccionaron rápido buscando al campeón del Mundo de Moto2. En este caso, era mi hermano, pero al final si se lo gana por méritos propios se tiene que respetar».

Eso sí, el de Cervera dejó claro que en la pista, y en el box, no conoce ni a su hermano: «Ya están Alberto Puig y Emilio Alzamora, que le ayudarán para mejorar. Dentro del box cada uno está en su lado. Yo ya tengo suficiente faena como para estar preocupado de otros asuntos».

En este sentido remarcó que tanto él como Álex saben «diferenciar muy bien» su relación personal de la profesional y que la presencia del campeón del mundo de Moto2 en el mismo equipo no le despistará. «Yo tengo claro mi objetivo, que es seguir trabajando con la misma intensidad y la misma mentalidad por luchar por un título más», advirtió el catalán que, a pesar de sumar ocho títulos mundiales, sigue con hambre de triunfo.