Los hosteleros culpan a Gobierno y Junta de su ruina

E.C.B
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En su ya habitual cencentración de platos rotos de los martes, mostraron la situación que vive el sector a través de un ejemplo real de un empresario de Ávila, que en el último año ha tenido pérdidas por valor de unos 90.000 euros

Los hosteleros culpan a Gobierno y Junta de su ruina

Los hosteleros, liderados por la Federación Abulense de Hostelería de CEOE Ávila, escenificaron un martes más, con la rotura de platos a las puertas de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, su protesta por la situación de un sector que está siendo uno de los más castigados durante la pandemia y por la ausencia de ayudas de las administraciones, cuyas políticas les están “llevando a la ruina”, según palabras de su presidente, Fernando José Alfayate.

Una concentración en la que, a través de un manifiesto, quisieron mostrar la situación que vive el sector con un ejemplo real de un empresario de Ávila para que, como apuntó Alfayate, “la gente se dé cuenta de lo que hablamos, de que no nos quejamos por quejarnos, porque nos están arruinando las políticas que están haciendo desde el Gobierno central y la Junta de Castilla y León”.

Ese empresario, con un negocio de hostelería en el centro de Ávila desde hace nueve años, según apuntaron, en el último año ha tenido que mantener cerrado por orden de la Administración seis meses y ha podido abrir dos meses con el 50% del aforo y otros cuatro con el 30%, sin poder dar cenas a causa de las restricciones horarias.

Los hosteleros culpan a Gobierno y Junta de su ruinaLos hosteleros culpan a Gobierno y Junta de su ruina

Los gastos fijos mensuales de su negocio son 450 euros de seguro de autónomos, 60 de tasa de basuras, 60 de la tasa por consumo de agua, 300 de teléfono y televisión para poder ver el fútbol y ofrecer conexión de internet gratis a todos los clientes, 1.500 euros de electricidad, 2.500 de alquiler, 300 de IBI que le repercute el casero. Tiene seis empleados en un ERTE de fuerza mayor por lo que paga 2.400 euros de seguros sociales más unos 1.000 euros de IVA. En total suman 8.500 euros. Además, paga 450 euros de hipoteca, 300 de manutención de sus hijos, 40 de luz, 10 de agua, unos 300 en comida y ropa, 100 en calefacción, 80 en seguros y 200 del coche, que suman otros 1.480 euros. Las ayudas mensuales que le han dado las Administraciones los meses que ha tenido cerrado el negocio han ascendido a unos 600 euros, por lo que, según relataba el afectado en este comunicado, le queda una cuenta de unos 9.380 euros de saldo negativo, es decir, unos 90.000 euros de pérdidas en el último año.

El presidente de la Federación Abulense de Hostelería, Fernando José Alfayate, reiteró el “compromiso” del sector “con la vida y la salud, y a partir de ahí también con la economía”, y en ese sentido quiso dar “las gracias a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por su compromiso con la vida y con la economía”.

Respecto a las ayudas al sector, aseguró que “no hay ningún avance” y recordó que “en diciembre, el señor Igea se comprometió con los hosteleros a pagar su cuota de ayudas, divididas en un 50% que debe abonar el Estado, el 35% lo aportaría la Junta de Castilla y León y el resto los ayuntamientos. El Gobierno ha dado unas ayudas, muy insuficientes a nuestro parecer, y ahora estamos esperando que la Junta de las ayudas que prometió, pero avances no hay ninguno”.

También señaló Alfayate que el pasado sábado, en una conversación mantenida con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, le pidió su dimisión porque “pensamos que sus políticas son las que están causando la ruina de nuestro sector”.

 

Semana Santa

El presidente de los hosteleros de Ávila también se refirió a la Semana Santa, para indicar que “ya la tenemos perdida. Es más, nosotros nunca hemos pedido ni que se salvara la Semana Santa, ni las navidades, ni el verano. Nosotros lo que queremos es que nos dejen trabajar y que de una forma controlada se abran las fronteras”. “Esperemos que se mueva la gente de Castilla y León, pero tenemos pocas esperanzas de poder facturar lo que se facturaba antiguamente, que era la salvación de prácticamente todo el invierno”, añadió.